lunes, 2 de febrero de 2009

1935. Carlos Gardel en Cabimas.

"En 1935, Carlos Gardel y su comitiva viajan a Maracaibo, en el Estado Zulia, contratado por la empresa “Metro”. Llega allá a bordo del vapor “Libertador” y es recibido con bombas pirotécnicas, sirenas de barcos, bocinas de automóviles y centenares de admiradores. El sábado 18 se produce el debut, con la papelería totalmente vendida.

El lunes 20 de mayo, Gardel va a Cabimas, en el mismo Estado Zulia, epicentro de la producción petrolera nacional. Allí es contratado por el Circo Internacional Passini y Cía. Con precios que van desde Butaca por 7 bolívares, a Platea por 3 bolívares, Gardel agota la boletería una vez más. Y canta fuera de programa numerosas canciones.
Entonces, tomando en consideración que el clima de Caracas lo había afectado y por lo tanto el fuerte calor del Zulia podía provocarle una recaída, decide dar por terminadas sus actuaciones.
Lamentablemente un grupo de inadaptados, enardecidos por la actitud del cantor promueven un incidente de proporciones mayores, destrozando sillas y todo lo que encuentran a su paso. Se dice que el circo quedó totalmente destruido. Gardel y sus acompañantes salen de la ciudad en la noche. Retornan a Maracaibo y el 22 ofrece dos audiciones en el Teatro Baralt como despedida del pueblo Venezolano.
El 23 de Mayo parte hacia Curazao en la nave “Medea”. "
Y pensar que se fue sin saber que en Cabimas hubo un perro que canto sus tangos.


Tomado de:
http://gardel.unsl.edu.ar/historia_2.htm
"Yo a tenia 8 años cuando Gardel vino a Cabimas, y mi abuela, Maria Josefa Montero, me lleva a verlo en el Teatro Cabimas. Habia un gentio, sin embargo, logramos a empujones entrar.
Pasamos y vemos a Gardel sentado en una silla, rodeado de varios hombres, asumo ahora que sus guardaespaldas. Los hombre son buenos mozos, hijo, pero Gardel era bello. Que hombre tan bello. Casi perfecto. Luego se formo un discusión en grande y mi abuela me dijo que no nos podiamos quedar porque era peligroso, asi que nos fuimos. Y no pude verlo cantar.
La discusión fue porque Passini vendio mas entradas que la capacidad del teatro. Pero al final se controlo y Gardel canto.
A los dias nos enteramos de su muerte y mi abuela lo lloro mucho"
Prof. Josefa López de Urdaneta.



Carlos Gardel llego a Venezuela el 25 de Abril de 1935 para hacer algunas presentaciones especialmente en aquellas ciudades que tenían para ese entonces la mayor cantidad de habitantes tales como Caracas por ser la capital del país, Valencia y Maracaibo para luego después seguir su ruta hacia Curacao.

Sin embargo, debido al incremento de la población de Cabimas por haberse convertido en el epicentro
de la producción petrolera nacional y que, para ese año habían transcurrido 13 años del “reventón” del
Barroso II, la cantidad de habitantes era de 15.000 personas, lo cual la ponía en una posición privilegiada y de primera opción para buscar una presentación del artista que estaba arrasando en esos momentos en las taquillas con su popularidad y que estaba de visita en Venezuela.

Viendo esto y sabiendo del potencial de la población para ver espectáculos, el empresario Passini decidió conseguir una presentación del afamado cantante en Cabimas. O sea lo de Cabimas era “matar un tigrito” hacer una rápida presentación solamente y hacerse de algún dinero con la presentación del espectáculo.

En Cabimas una de las principales atracciones para la época, donde había poco para distraerse, era ver presentaciones personales de artistas, grupos musicales, magos, circos y a la vez ver películas. 

Había varios cines, en Ambrosio, en Cabimas, en La Montañita, en La Rosa, etc y por eso ya Carlos Gardel no era un desconocido para los habitantes pues a través de las películas ya era muy popular. Había filmado varias de ellas tales como: Luces de Buenos Aires, Melodía de Arrabal, Cuesta Abajo, El Día Que Me Quieras, Tango Bar, Espérame, La Casa es Seria, y otras, y todas ellas ya habían sido proyectadas en Cabimas.

Se hacen los arreglos respectivos y se decide que la presentación sea en el Cine Internacional el lunes
20 de mayo a las 10 de la noche. Se estaba aprovechando la presentación que el artista iba a realizar
en Maracaibo en el Teatro Baralt y en el Metro para de esa manera Gardel, se vendría hasta Cabimas
para hacer una sola presentación y al finalizar regresaría rápidamente a Maracaibo para seguir con sus actuaciones en esta ciudad. El viaje Maracaibo-Cabimas tardaba en los “vaporcitos” de la época 2 horas en cualquier sentido.

La llegada de Gardel al muelle de Cabimas fue, en horas de la tarde de lo más espectacular, una gran
multitud de personas se dieron cita para darle la bienvenida al cantante. Mujeres, hombres y niños estaban presentes viendo a su paso al ilustre visitante que con su cortesía acostumbrada iba saludando a todos quienes le acompañaron hasta el cine Internacional para luego partir hasta una vivienda de la Lago Petroleum Corporation donde le habían preparado un hospedaje provisional para permanecer allí hasta que llegara la hora de hacer su presentación en la noche.

Ya, a las 7 de la noche el cine Internacional estaba de bote en bote, no cabía un alma más. Se habían
vendido todas las entradas, tanto para butacas como para la platea. Había visitantes de Santa Rita, de
Lagunillas, los de Cabimas, etc. Entre las personalidades visitantes estaba el Gobernador del Distrito
Bolívar el Coronel Mario Maya y parte de su tren ejecutivo. Comerciantes, profesionales y empleados
petroleros estaban entre los asistentes. A las 8 de la noche empezaron la función con un par de películas de relleno, para hacer tiempo solamente, de escaso interés y con exceso de propagandas.

A las 10 de la noche apareció en el escenario rápidamente Gardel con sus guitarristas, canto 4 canciones, una tras otra, muy conocidas, entre ellas: “Por una cabeza, Tomo y obligo, Arrabal Amargo y Mi buenos Aires querido”. Y el publico eufórico le pedía mas canciones de las que habían oído en las películas pero, Gardel y su comitiva así como subió rápidamente al escenario también lo abandono. No se despidió de nadie simplemente salieron del lugar hacia el muelle. El público seguía esperando la aparición nuevamente del cantante para seguir escuchando sus éxitos y entusiasmarse pero eso estaba muy lejos de suceder, el espectáculo había terminado y Gardel y su comitiva aprovechando la oscuridad de la noche habían abordado el vaporcito que los llevaría en un regreso apresurado a Maracaibo. 

Cuando los asistentes se dieron cuenta del engaño del cual habían sido victimas protestaron, gritaron, lanzaron sillas y al final el fuego apareció y consumió el Cine entre sus llamas. Cuando la policía intervino no quedaban sino escombros y el sabor amargo del engaño entre los visitantes.

El programa presentado esa noche en su totalidad incluyendo la actuación de Gardel, no fue del agrado del público. Muchos parroquianos murmuraban al final y comentaron que se merecía el incendio, puesto que se sucedieron muchas cosas que presagiaban que en cualquier momento iba a ocurrir algo desagradable. Era una práctica muy habitual de esta empresa el vender más boletos que la capacidad de asientos que tenia el cine y en la presentación de este espectáculo también sucedió eso mismo, con todas las molestias que esto ocasiona para los asitentes. Ya el publico estaba molesto y para colmo cuando Gardel subió al escenario no hacia referencia a Cabimas si no al pueblo de Cabimas.

Paso el tiempo pero Cabimas seguía siendo un gran publico al que le gustaban las películas y lo que
quedo después del incendio lo adquiere la empresa Maracaibo, y en el mismo sitio, reconstruyen y
levantan un nuevo cine al cual le pusieron por nombre Cine Cabimas. El viernes 13 de enero de 1939
estaban inaugurándolo con todo el equipamiento necesario nuevo.

 Este cine funciono en la avenida principal al lado del edificio que fue del Banco de Maracaibo.



Nelson Marcano Urribarri