viernes, 1 de mayo de 2009

2 de mayo de 1959. Inundacion de Tierra Negra.


La noche del 1ro de Mayo de 1959 aproximadamente a las 11:30 pm se inicio una tormenta con fuertes vientos, relampagos y agua pareja. Dicen que llovio como por 6 horas. Me cuentan que por detras de la hoy Av. Carnevalli pasaba una cañada por donde bajaban las aguas que caian, pero se obstruyo con un colchon, lo que propicio su desbordamiento.

Esto hizo que se inundaran los sectores de Tierra Negra, Campo Elias, Guabina.

El presidente del Concejo Municipal, German Rios Linares, activo un plan de emergencia, y se dispuso trasladar los damnificados a la sede del SOEP. En este trabajo ayudo mucha gente y algunos luchadores locales como Carmen Herrera, Jorge Hernandez (Presidente del SOEP), Eduardo Nava Espina, Dario Suarez Ocando, Betilde Flores de Batista, Carlos Tarre Murzi, Hugo Largo comandante de la GN, y Donald Benceocrof gerente de Creole. Tambien instituciones como el Rotay Club, Club de Leones, La Sociedad de Obreros del Bien, y Asociacion de Comerciantes Mayoristas.

Paises como Mexico, Colombia, Costa Rica y Cuba enviaron ayuda. De hecho EL 28 de mayo de 1959, en Cuba sale en gaceta, la Ley No. 338: "Se concede crédito extraordinario para socorro de los damnificados por inundaciones en la población de Cabimas, capital del Distrito Bolívar, Estado Zulia, en Venezuela, por un valor de 20 000 pesos para compra de medicamentos y víveres, todos de producción nacional. "

Rafael Rangel

La Cienaga, era una gran extensión de terreno ocioso que existía allí donde los muchachos de la época cazaban machorros, pájaros, elevaban volantines, se hacían carreras de burro, la cucaña, metras, trompo y hasta la quema de Judas se hacia allí. También servia de estadio para jugar las famosas “caimaneras” de béisbol.

Estas se realizaban en las tardes y sábado y domingo todo el día y se hacían apostando dinero. Allí jugaron peloteros que dieron la talla en el béisbol profesional venezolano y doble AA del Zulia. Se hacían encuentros entre equipos de otros sectores con los locales que eran estructurados con peloteros de tierra negra, miraflores y centro de Cabimas.

El terreno estaba ocioso, por que era muy bajito, era una depresión y debido a esto las aguas de lluvia de las zonas aledañas terminaban allí inundando todo el sector de allí el nombre de la Cienaga.. El gobierno había construido con una tubería de 24 pulgadas de diámetro, un drenaje para paliar esa situación y lo construyeron en línea recta por toda la calle Paez hasta Las Tierritas, que son los palafitos que están en la orilla del Lago.

Siempre el primero de Mayo, día del trabajador caía un aguacero sobre Cabimas, pero ese año, 1959, se prolongo lloviendo demasiado y encontrándose con que alguien había botado un colchón en la “boca del Tubo” tapando así la salida del agua de lluvia. Siguió lloviendo y el agua sin salida inundo toda la zona.

La primera ayuda que llego fue la local, los bomberos de Cabimas fueron los que quitaron el colchón y el agua empezó a fluir, pero era mucha agua acumulada en todo el sector y el pequeño tubo no daba abasto. La descarga era muy lenta. Llego personal de las compañías petroleras con bombas de achique, plantas eléctricas portátiles, hasta que varios días después todo volvió a la normalidad. Se recibió ayuda nacional e internacional para los damnificados que fueron reubicados en unas barracas de paredes de zinc y techo de zinc que fueron construidas para ese fin y que el sector recibió el nombre de “La Nueva Cabimas”. Posteriormente allí construyeron una urbanización.

Allí las autoridades, vieron la necesidad de ampliar el tubo de drenaje y pasaron varios años cuando se construyo un túnel de más tamaño, de forma rectangular, con dos metros de alto y tres de ancho siguiendo la misma ruta por toda la calle Páez hasta la orilla de la playa.

La Cienaga seguía siendo un terreno ocioso, baldío y luego de construido el nuevo drenaje ya no existía el riesgo de inundación, la gente lo invadió y construyeron sus viviendas y el “tunel drenaje” como es grande sirve ahora de guarida de gente ociosa y de malas acciones.

Nelson Marcano Urribarri