jueves, 29 de diciembre de 2011

El Pito de la Creole


La Creole Petroleum Corporation La Salina, tenía en su área industrial una sirena, que durante varias décadas fue referencia tanto para los trabajadores como para los pobladores que se encontraban en los alrededores de la empresa petrolera. El silbido lo producía una caldera a vapor, el sonido se escuchaba religiosamente todos los días a las 7:00 y 11:30 de la mañana, a las 12:00 del mediodía; a la 1:00, a las 3:00 y 4:00 de la tarde.


El sonoro zumbido se utilizaba para marcar las  horas de la jornada laboral de los empleados y trabajadores, para ingresar a las oficinas y áreas de operaciones de la empresa norteamericana. Además, servía de guía a los turnos de las escuelas primarias Las Cupulas, Andrés Eloy Blanco y Pedro Julio Maninat. Se convirtió en un icono de Cabimas, la reina del petróleo.

Los alumnos y alumnas de las escuelas lo tenían como reloj de entrada en el turno de la mañana y en el turno de la tarde. Recuerda Luis Betancourt de 68 años, que apresuraba el paso para llegar a la escuela porque había disciplina en la institución escolar donde estudió, María de Rodríguez que vivió en la Urbanización Urdaneta, sabía que su esposo venia a almorzar cuando escuchaba el de las 12:00 del mediodía, narro con lagrimas en los ojos de la emoción que sintió al recordar esos momentos inolvidables.

Antonio Yajure trabajador jubilado de Talleres Centrales dijo que estaba ubicado en el muelle seis y que junto con otros trabajadores electricistas le hacían mantenimiento y reparación y dejó de sonar en 1984. La empresa hizo costumbre despedir el año viejo con el sonido del barco petrolero encallado para el momento en el Terminal Lacustre de La Salina a las 12:00 de la noche, era la hora del cañonazo, el silbido anunciaba el nuevo año.

Para finalizar, el pito dejo de escucharse, el silencio produce nostalgia, recuerdos, son vivencias y aunque no se escuche permanece en la memoria el pito de la Creole. Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 2012.

Sotero Pino Roque
Articulista

Puedes escuchar este sonido en el siguiente reproductor:



miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Parquímetros en Cabimas



Por allá por 1960 se instalaron en Cabimas, en las calles más concurridas una serie de aparatos mecánicos llamados “parquímetros” con la finalidad de recolectar dinero de los usuarios a cambio de permitirle estacionar por un tiempo determinado en un lugar específico de la vía pública.
Fue un artificio que utilizo El Concejo Municipal del Distrito Bolívar Presidido en ese momento por el Br. German Ríos Linares (1959-1965), como una herramienta para hacer valer unas nuevas normas de estacionamiento en las vías que tenían mas locales comerciales y a la vez obtener dinero por ello. Era una forma de impedir que los sitios permitidos para estacionar, que era la orilla de la carretera y que era la vía comercial por excelencia, fuesen ocupados por los trabajadores y dueños de locales comerciales que tenían por costumbre estacionar su vehiculo todo el día quitándole la opción a clientes potenciales y a otros usuarios.


De esta manera se pretendía lograr un equilibrio y permitir que mas usuarios utilizaran el mismo espacio. Existiría de esa forma una rotación de vehículos con respecto a ese espacio.


La idea era que “rentabas” el espacio por un tiempo determinado, el tiempo que estimabas tardar en lo que ibas a realizar, introducías una moneda del sistema de monedas en uso para la época, le dabas a la perilla hacia la derecha para accionar el sistema de relojería mecánico y allí empezaba el descuento del tiempo que estaba predeterminado por el Concejo Municipal. Cuando retornabas al vehiculo, si estabas dentro del tiempo permitido te retirabas sin ningún inconveniente, pero si habías tardado mas que el tiempo “reservado” por el parquímetro tenias que introducir otra moneda para compensar el tiempo que no fue “medido” y que de alguna manera le estabas debiendo al municipio.


Al poco tiempo de finalizada la instalación de los parquímetros empezaron también las dificultades con los aparatos. El vandalismo por un lado, dañándolos, introduciéndole monedas falsas, rompiéndoles el visor que era plástico, etc. Y por el otro lado la viveza criolla que no vio con buenos ojos esta instalación y muchas veces se estacionaba pero no introducían ninguna moneda en el parquímetro.


Por otro lado, como estos aparatos eran importados de los Estados Unidos, no se contaba en la ciudad con personal ni repuestos para las respectivas reparaciones que se presentaban día a día.
Lo costos de instalación fueron altos pues se debía contar con personal para “sembrar” un poste en la acera como de 1,20 mts. de alto y en su parte superior colocar el parquímetro propiamente. Y también tener personal de recolección y de vigilancia para hacer cumplir las normas.


Para mediados del año 1960 ya la municipalidad se había olvidado de los parquímetros por que el uso práctico resulto muy frustrante y no se lograron los resaltados esperados en la planificación de la instalación.
Ya para Enero de 1961 toda esta cantidad de equipos estaban fuera de servicio pues con el tiempo uno a uno fueron quedando inservibles y lo primero que desapareció fueron los parquímetros, quedando solamente los tubos enterrados que luego se convirtieron en un obstáculo para la libre circulación de las personas por las aceras pues los vándalos los  doblaron, obstaculizando así el libre transito y de verdad que era una verdadera odisea caminar por las aceras sin llevarse por delante uno de estos tubos.


Nelson Marcano Urribarri


Br. German Rios Linares



      
Los cabimenses debemos tener presente el pensamiento y obra del líder político y social Germán Ríos Linares. Fue un gran amigo, hermano, padre y excelente socialdemócrata, quien según todos los que lo conocieron buscó el bien colectivo para la ciudad. 

Fue bachiller, normalista y municipalista. Nació en Maracaibo el 25 de septiembre de 1915. La dictadura de Marcos Pérez Jiménez no le dejó culminar sus estudios de Derecho en la Universidad del Zulia. Su residencia estuvo ubicada en la Urbanización Barrio Obrero de Cabimas.

Germán Ríos Linares ejerció el cargo de maestro de aula en 1940 y de director en 1943, en la Escuela Privada Miraflores, de la empresa petrolera norteamericana Venezuela Gulfl Oíl, conocida después como la Mene Grande Oíl Company , ubicada donde hoy funciona el Politécnico Santiago Mariño, en la Urbanización Miraflores. Su espíritu de lucha también fue en el campo de la educación.

Fue miembro propulsor y fundador del Liceo Hermágoras Chávez. Entre los cargos políticos que ejerció fue formar parte integrante de la Junta Revolucionaria de Gobierno del Distrito Bolívar, en octubre de 1945. A raíz de la dictadura militar sale al exilio. Su inteligencia y estrategias para defender la democracia, hacen que entre y salga de manera clandestina de Cabimas, burlando siempre la temible Seguridad Nacional. Regresa al país en 1958

Fue presidente del extinto Consejo Municipal del Distrito Bolívar, en el período 1959-1965. Murió el 12 de junio de 1982. Dejo grandes obras para la comunidad como Gasdiboca.

Para finalizar, su ideología política hoy está presente “Adelante a luchar miliciano a la voz de la revolución libre y nuestra la patria en las manos de su pueblo por fuerza y razón sin señor, sin baldón, sin tiranos”. Venezuela nos quitan la democracia ¡Despierta!


Sotero Pino
Articulista