jueves, 12 de abril de 2012

Veteranos de Lagoven


En mis 21 años de jubilado, nunca se me ocurrió escribir sobre los trabajadores veteranos de Lagoven que han sido homenajeados por sus 25, 30, 35 y 40 años de servicios.

Confieso que cuando uno está dentro de esa realidad, se exime de valorar lo que lo que uno representa o en lo que está sumido, hablar sobre esa etapa en lo cual uno formó parte, parecería una inconsecuencia o lisonja indebida.

Así lo valoro, cuando existe una situación de afecto con quienes fueron sus compañeros de trabajo, o con los que conociera en esa misma empresa en una larga etapa de muchos años de convivencia.

Durante los 42 años que tuve en la Creole Lagoven, 26 con mis compañeros del Eléctrico en el cual fui secretario y 16 como periodista en Relaciones Públicas, logré mantener un afecto y aprecio con ellos y sus familias e igualmente con el extenso número de trabajadores de las demás organizaciones y áreas de Occidente, que hoy me siguen guardando una consideración y respeto que no puedo desconocer y menos olvidar.

Por eso, cuando ese trabajador al cual encontré en un supermercado, me insinuó escribir un artículo sobre los veteranos Creole, me impactó su pedido y le prometí hacerlo realidad.
Todos son conocedores, que he escrito sobre las dificultades que los veteranos jubilados confrontan con la asistencia médica, con el cobro de las pensiones en los bancos y el fondo de pensiones y siempre he estado al lado de ellos para acompañarlos en sus reclamos.

Hoy quiero hacer honor a esos veteranos, principalmente a los del año 1988, cuando las empresas en todas las áreas del país, rindió el acostumbrado homenaje a los veteranos que cumplieron 25, 30, 35 y 40 años o más de servicios en la empresa.

En ese homenaje, estuvieron presentes nuestras esposas y la asistencia de los gerentes y personal mayor de cada organización. A mí me tocó ser Orador de Orden en nombre de los trabajadores de Occidente y en mi intervención hice notar lo siguiente: “estamos conscientes que siempre hemos sabido responder a las exigencia de la empresa. Se nos halaga que somos los trabajadores que la empresa requiere y que debemos transmitir nuestras enseñanzas a los nuevos o jóvenes que ingresan a la empresa. Sobre esto, he de destacar, pueden tener la certeza que no los defraudaremos y pueden contar que así como lo han hecho nuestros anteriores compañeros, lo haremos nosotros y lo continuarán los posteriores veteranos”.

Estos conocimientos que recibimos, no los hemos olvidado y nos ha permitido ofrecer nuestros servicios con la eficiencia, puntualidad, organización y dinamismo y ello está demostrado en la labor que vienen cumpliendo en muchos campos de trabajo los integrantes de “Gente del Petróleo”.

Finalmente estos veteranos de la Creole, han creado una organización, para mantener vivos esos propósitos con las cuales nos formamos con tanta devoción y entrega en esa empresa.

Lcdo. Pedro Ramón Estrada
Cronista de Cabimas