domingo, 18 de octubre de 2015

Breve historia de la comunidad de Cabimas

En la cuenca del lago de Maracaibo, según indica el Centro Histórico Cultural de Cabimas (CONAC). (2006), este fue el lugar de asiento de diversos grupos indígenas, desde los paleoindios cazadores hace 16.000 años atrás que coexistieron con especies hoy extinguidas como mastodontes, gliptodonte, y el megaterro, Luego el medio les permitió cazar variadas especies como carne de venado y vaqueros.

Síntesis histórica y geográfica cuyos restos fueron encontrados, según los hallazgos se dedicaban a parte de la cacería, a la pesca por los anzuelos, pesas para redes de pescar y restos de peces encontrados en la zona. Estos grupos llevaban una vida organizada, sedentaria constituida por el uso de la alfarería con el objeto de sustituir recipientes vegetales con utensilios en la preparación de alimentos; así mismo, existe un surgimiento de la agricultura que repercute de forma trascendental.

Los grupos indígenas de la cual sobreviven guajiros, paraujanos, yukpas, bari que ocupaban esta área lacustre procedían de diferentes lugares, por lo que se presume existió un proceso migratorio en un intervalo de 3.000 años. El proceso migratorio sería hacia la cuenca del lago, generalmente por los cursos de los ríos, tupidas selvas y montañas, como de estas a otras regiones; las oleadas migratorias procedían desde la región Falcón- Lara, la región occidental transperijana y la región de los andes constituido por arawacos y caribes.

La entrada de los primeros arawacos se dio por los punto de invasión menos inaccesibles, el área del litoral marítimo hacia el noreste y oriente de los puertos de Altagracia, por la depresión de Carora y hacia la región  suroriental del lago, por lo que se supone que este grupo de indígenas ocuparon un inmenso territorio en casi toda la región oriental del lago. Comprendido desde el litoral marítimo hacia el noreste y oriente de los puertos de Altagracia, Santa Rita, Cabimas y probablemente Punta Gorda.

Esta área correspondía  a los arawacos. Estos, se dedicaron a las actividades pesqueras, de cacería, así como también a la agricultura, ellos cultivaban maíz, yuca, pescaban con redes, construían canoas para trasladarse dentro de la zona lacustre. En las prácticas funerarias se realizaban los ritos que simbolizaban sus creencias, enterraban a los muertos en formas cilíndricas de cerámica, esta era cubierta con una tapa, dentro de la urna acompañaban al muerto con vasijas para el agua y comida sólida para su largo viaje.

El tipo de vivienda, se adecuaba a las situaciones del medio, eran comunidades relativamente estables por el tipo de encomia que predominaba, estaban conformados en sociedades sedentarias. Vivian sobre montículos (pequeños cerros)  que les permitían mantenerse resguardados en las inundaciones que provocaban constantemente los ríos por las lluvias. De acuerdo con el CONAC, la cuenca del Lago de Maracaibo fue el asentamiento de diferentes grupos indígenas que procedían de diferentes grupos indígenas del norte de sur América, que generaron movimientos expansivos desde esta cuenca hacia las áreas tanto de Colombia como los andes venezolanos.

Los grupos indígenas de la zona llevaron esta forma de vida durante mucho tiempo hasta el momento de la colonización (Siglo XV), durante esta época los indígenas lucharon arduamente por mantener sus tierras y en contra de su esclavitud. Uno de estos momentos fue en contra de Américo Vespucio y Alonso de Ojeda al llegar a tierra de la costa Oriental, donde sólo estuvieron poco tiempo por el enfrentamiento de este grupo indígena (los arawacos) hacia los españoles.

Luego de este evento la fundación de Cabimas fue de carácter evangelizadora o católica; puesto que por las tierras descubiertas o por descubrir las bulas misionales fueron enviadas por el Papa Alejandro VI, a los reyes católicos de España para la evangelización de los infieles, por ello se trasladan hacia las nuevas tierras los misioneros franciscanos, Agustinos, Mercedarios, Jesuitas, Capuchinos, con la finalidad de instruir a los aborígenes en la fe católica.

Los misioneros Jesuitas o Teatinos llegaron a Venezuela en 1614, los Franciscanos y Dominicos 1576 y por último se alojaron en estas tierras, los capuchinos. En 1749 se le asigna a los frailes Capuchinos de Navarra y Catanabria la provincia de Maracaibo en el nuevo  reino de Granada;  esta misión estuvo formada por los padres Fr. Pedro Felipe de Cintruenigo, Fr. Francisco de Tafalla, Fr. Josep de Estronceda, Fr  Fráncico de Ollo, Fr. León de Loazo, Fr. Adrián de la Arcos, Fr. Javier de Tafalla, Fr. José de Autol, Fr. Alejandro de Cintruenigo.

Esta misión tenia la finalidad de fundar pueblos y evangelizarlos entre ellos se encuentra la misión de San Antonio de punta de piedra. En el sector la misión fue fundada en 1758 acompañados por la misión de dominicos en el sector la rosa situado en un lugar llamado la plaza donde fundaron un pueblo llamado Santa Rosa de Lima en honor a la santa de América; la misión de Agustino en el sector Ambrosio y dándole el nombre de San Ambrosio en honor a su precursor.

Por último, la misión en el sector Punta Gorda. Todas estas misiones forman parte de Cabimas su nombre proviene del árbol copaiba (Copaifera Venezolana Pittier & Harm, variedad  laxaxena y arroyo), palabra Caribe derivada del guaraní Caapimong (Palo viscoso en su interior) árbol muy abundante en esa tierra, de cual se extraía una resina utilizada como medicina y en labores artesanales. Su fecha de fundación se remonta al 22 de diciembre de 1758 por Fray Francisco de Arroz uno de los misioneros capuchinos venidos de Navarra y Catanabria. Aunque fue Fray José de Autol quien comenzó las actividades de catequización en esas misiones.

Cabimas como tal pasa por varios procesos políticos territoriales en 1856 se denomina parroquia Cabimas del cantón de Altagracia. Para 1927 es parroquia Cabimas del distrito Bolívar. 1978 es Municipio Cabimas del distrito Bolívar con capital distrital en Santa Rita. En 1984 es cambiado el nombre de Cabimas al de Alberto Carnevalli. En la ley de 1989 le devuelve el nombre de Cabimas con lo cual nace como municipio el 1 de enero de 1990.

Patrimonio de Cabimas
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