martes, 15 de noviembre de 2016

REUNIÓN CLANDESTINA Y EL ORIGEN DEL BAR EL MARGARITEÑO.



En los años 50 en pleno apogeo del gobierno de Marcos Pérez Jiménez Hubo un acontecimiento que originó un punto de encuentro clandestino en aquellos días de dictadura. 


En ese tiempo había una bodega que se encontraba ubicada en la esquina que conduce a la entrada de la extensión de LUZ, a un costado del hoy colegio costa Oriental ubicado por la calle el progreso del casco central de Cabimas. Esa bodega era atendida por un señor de nombre Pedro Saavedra.

En ese local se escuchaba el único radio receptor de ese sector y las personas adultas se reunían de forma clandestina todas las noches para escuchar radio Caracol de Colombia, con el objeto de ponerse al corriente de las noticias relacionadas con los acontecimientos que se suscitaban en Caracas debido a los movimientos subversivos de entonces. Después del derrocamiento de Pérez Jiménez en el año 58 el señor Saavedra le vendió la bodega a Teodoro Boada, un comerciante proveniente de la isla de Margarita, conocido como el guaripete. 

Este señor se mudó después hacia la esquina de enfrente y estableció allí la bodega conocida con el nombre de "El margariteño" y que años después se convirtiera en un bar. Hoy día ese lugar es atendido por un nieto de Teodoro, debido al fallecimiento de su padre Luis Boada, quien lo había heredado de su papá.

Ese edificio también tiene una historia bastante interesante. En los años 50, después de que Teodoro incrementó sus ganancias con la venta de cocuy, más los envases de vidrio para envasar ese licor y algunos víveres, manifestó su deseo de construir allí un edificio con algunos locales incluyendo su casa de habitación.

Esa esquina era visitada constantemente por unos cuantos borrachos que se entretenían conversando sentados en el enlosado mientras libaban licor. Entre esos asiduos bebedores de cocuy se encontraba un hombre alto bastante calvo de tez blanca con acento español a quien llamaban Bilbao


Probablemente ese nombre se debía a que era oriundo de Bilbao España. Ese señor se dirigió a Teodoro y le propuso que él le podía realizar los planos de ese edificio y que el pago de ese proyecto se lo podía saldar con licor. Teodoro le interesó la propuesta y el convenio fue aceptado.

El día que los planos estuvieron listo, Teodoro los llevó a la Rita, entonces capital del municipio Cabimas para realizar la permisología correspondiente para empezar la construcción, la persona que estaba a cargo revisó los planos con sumo cuidado. Aquella actitud le generó a Teodoro cierta inquietud y más nervioso se puso aun cuando el elemento le preguntó sobre quién había sido la persona que había realizado esos planos.


 Lo primero que Teodoro pensó fue que había sido estafado y que los planos eran un fraude pues los había elaborado un borracho alcohólico. Teodoro, que era un hombre iletrado decidió encarar la situación y le pregunto al señor. - ¿Porque lo dice usted? y el hombre le contestó. -Porque nunca había visto un trabajo tan impecablemente realizado, usted ha tenido que haber pagado mucho dinero por estos planos, pues la persona que los realizó es un experto, se lo aseguro.

 Fue un caso donde se evidenció como un talento se desperdició en el alcohol.

Nestor LuisPerez Borjas
MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.