miércoles, 9 de diciembre de 2020

Jesús Prieto Soto




Jesús Prieto Soto nació en Maracaibo el 8 de Agosto de 1931 y murió en la misma ciudad en Diciembre del 2018. 

Vivió su infancia y parte de su adolescencia entre Maracaibo y Cabimas. Vivió y trabajo en el contexto del desarrollo de la industria petrolera y el crecimiento de las ciudades que nacían al ritmo de la explotación petrolera. Su actividad como periodista y difusor de la realidad petrolera le lleva por todo el país, haciéndolo el cronista del petróleo.

Sus primeros estudios los hizo en el liceo Baralt de Maracaibo; luego paso a la Escuela Militar de Venezuela. Hacia finales de la mitad del siglo XX, se da el primer gobierno por elecciones; allí participaron como candidatos Rafael Caldera por Copey; Gustavo Machado por el partido Comunista y Rómulo Gallegos por Acción Democrática, quién sería elegido Presidente. Tras su derrocamiento Jesús Prieto Soto fue detenido en la persecución general que se desato tras el golpe de estado, siendo recluido en el Castillo de Puerto Cabello.

Al bajar las aguas de la tormenta política encontramos al cronista ejerciendo el periodismo deportivo en el Diario de Occidente de Maracaibo. Luego trabajó como jefe de prensa de la Creole Petroleum Coporation durante los años 52 y 53. Con el ascenso de la dictadura de Pérez Jiménez, se exila en Chile por dos años; donde hace estudios de economía y periodismo.

De regreso a Venezuela trabajó en la compañía Shell de Venezuela, como jefe de prensa en la zona petrolera. Participó junto con Guillermo Céspedes Rivera promoviendo la carrera de periodismo en la Universidad del Zulia. Eran los años 1956-1960. Luego trabajará en la corporación Venezolana del Petróleo CVP. 

Para 1964 ejerce su actividad como profesional libre, después de diversas actividades y estancias en Brasil y Argentina, se dedicará a partir del año 69 a la actividad de los trabajadoras petroleros, en todo el país, recogiendo sus luchas, la dinámica sindical y promoviendo desde la Universidad del Zulia cursos y estudios para dirigentes sindicales del Zulia, Trujillo y Táchira. Así mismo promovió la actividad radial entre los sindicatos.

La perspectiva de la crónica de Prieto Soto. El hecho del petróleo y su impacto en la naturaleza, la sociedad y el hombre han sido recogida por diverso géneros literarios. Petróleo y literatura es el eje de una polémica que aborda la representación de una realidad específica como la petrolera. Si hay o no novela del petróleo es una de sus vertientes de la polémica venezolana; así como también, por supuesto, de otros géneros.

Más allá del hecho literario queremos destacar el carácter de testimonio, el sentido clásico de la crónica que se manifiesta en el trabajo de Jesús Prieto Soto. Se percibe al hombre-observador de la realidad, inmerso en la dinámica social. Esta característica nos la señala el propio cronista y la encontramos en una de las presentaciones de su Obra:

"La historia que se recogen en esta páginas han sido fundamentalmente escritas, oyendo a sus autores humanos, vivos, que involucran pasiones, deseos, aspiraciones. La historia sindical venezolana, particularmente la petrolera, ha existido en su mayor parte en la tradición; es decir en el correr verbal entre los viejos y los jóvenes. "(3).

El autor es poco conocido entre nuestros lectores actuales, (es conocido principalmente en el ámbito de los estudios de las relaciones industriales), cuestión que se explica dado el marco de la dinámica actual del movimiento obrero, en un contexto donde la literatura de la realidad obrera ocupa lugar secundario. 

Nuestro imaginario histórico-cultural actual y sus manifestaciones, hacen del interés de los lectores, y en consecuencia de negocio editorial, que la visión vaya por otros derroteros.

Una amplia obra nos legó el cronista del petróleo venezolano; entre las cuales se encuentran:

* El Chorro: gracia o maldición. (1960.1962.1975.1978.1997).
* Breve reseña de siglo y medio de periodismo zuliano. (1958).
* SOEP de Cabimas. 25 años. 1936-1961.
* Los 300 años de sindicalismo petrolero en el Zulia. (1967)
* Luchas obreras or nuestro petróleo. (1970 y 1971)
* ABC petrolero. (1970).
* Conformación ideológica petrolera venezolana.(1975,1977 y 1980).
* Del chorro a la reversión. (1977,1980).
* Huellas históricas petrolera. (1978 y 1980)
* Arriba Juan Pablo. (1982).
*Bajo el sol paraguanero. (1984).

Sin lugar a dudas, Jesús Prieto Soto ha sido un escritor que nos ha develado el mundo petrolero venezolano. Su obra ha sido de significativa importancia para el proceso de lucha de los trabajadores, la constitución del movimiento obrero, así como de la cultura venezolana.

Por: Luis E. Villegas N.
Diario Aporrea | Sábado, 21/11/2020 01:07 PM |

Las icoteas en La Rosa

En Semana Santa, mi abuela Sara Montiel de Urribarri, preparaba diferentes platos: ,Bocachicos y Corvinas, Lisas Asadas, sopa de Armadillo en Coco acompañado con plátanos asados. Pero había un plato que resaltaba y éste solo lo hacía una ves al año y precisamente para esos días santos, el cual era el Guiso de Icotea Empanizada.

La práctica de comer Icotea en Samana Santa es tradicional de los pueblos de la costa del Caribe Colombiano y costumbre en algunos pueblos de la Zulianía. Esto se debe a que hasta finales del siglo 18 la Provincia de Maracaibo actual, Edo. Zulia, por razones geograficas, estuvo más conectada y relacionada con La Nueva Granada (actual Colombia) que con Venezuela.

Mi tía, Trina Montiel (Q.E.P.D.) me contaba que en los patios de las casas en La Rosa, entre algún Cochino y gallinas no podían faltar las Icoteas. Recuerdo la casa en Maracaibo de mi tía Yolanda Nava, que tenía en el fondo matas de mango, nísperos, guayabas, Icácos y una batea de cemento en el suelo donde las Icoteas bebían agua.

Tradiciones de mi tierra que ya poco se ven.

Jesús Blem Urribarrí
 La Rosa, Cabimas.

J & F Alonso HIELO





 Fundada a principios de los año 1900,su lugar de origen fue al lado del mercado viejo de Cabimas, justo al final de la calle y frente a la famosa tienda La Ganadera.

El edificio estaba construido de concreto armado de dos plantas. Extraían el agua del lago y la destilaban con las calderas operadas con gas natural, su la planta de congelación era a base de amoniaco. También vendían el agua dulce y la vendían a los agüeros que las transportaban en las famosas latas y carretas.

El acueducto de Cabimas era agua del lago. Estaba pegada a la orilla del lago ,casi toda la estructura fue reducida para dar paso a la construcción del bulevar.

Su fundador fue Don Guillermo Alonso, uno de sus propietarios era Manolo Alonzo, todo un señor industrial. Para la década de los años 1960, este se retiró y dejo la industria del hielo a sus hijos. En el Estado Aragua se dedicó al negocio de las granjas modelos, la Granja Tiuna, aplicaba modelos industriales y y tecnológicos que hacían la producción agrícola muy óptima , promovía incluso el turismo en Venezuela.

Abdías Laguna Garvett


ORIGEN DEL BAR EL MARGARITEÑO.

Bilbao el Español y Teodoro Boada.
 Fotografía : Leandro Boada


En los años 50 en pleno apogeo del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, hubo un acontecimiento que originó un punto de encuentro clandestino en aquellos días de dictadura.

En ese tiempo había una bodega que se encontraba ubicada en la esquina que conduce a la entrada de la extensión de LUZ, a un costado del hoy colegio costa Oriental ubicado por la calle el progreso del casco central de Cabimas.

Esa bodega era atendida por un señor de nombre Pedro Saavedra. En ese local se escuchaba el único radio receptor de ese sector y las personas adultas se reunían de forma clandestina todas las noches para escuchar radio Caracol de Colombia, con el objeto de ponerse al corriente de las noticias relacionadas con los acontecimientos que se suscitaban en Caracas debido a los movimientos subversivos de entonces.

Después del derrocamiento de Pérez Jiménez en el año 59, el señor Saavedra le vendió la bodega a Teodoro Boada, un comerciante proveniente de la isla de Margarita, conocido como "el guaripete".

Este señor se mudó después hacia la esquina de enfrente y estableció allí la bodega conocida con el nombre del margariteño y que años después se convirtiera en un bar. Hoy día ese lugar es atendido por un nieto de Teodoro, debido al fallecimiento de su padre Luis Boada, quien lo había heredado de su papá.

Ese edificio también tiene una historia bastante interesante. En los años 50, después de que Teodoro incrementó sus ganancias con la venta de cocuy, más los envases de vidrio para envasar ese licor y algunos víveres, manifestó su deseo de construir allí un edificio con algunos locales incluyendo su casa de habitación.

Esa esquina era visitada constantemente por unos cuantos borrachos que se entretenían conversando sentados en el enlosado mientras libaban licor. Entre esos asiduos bebedores de cocuy se encontraba un hombre alto bastante calvo de tez blanca con acento español a quien llamaban Bilbao.

Probablemente ese nombre se debía a que era oriundo de Bilbao España. Ese señor se dirigió a Teodoro y le propuso que él le podía realizar los planos de ese edificio y que el pago de ese proyecto se lo podía saldar con licor. Teodoro le interesó la propuesta y el convenio fue aceptado.
El día que los planos estuvieron listo, Teodoro los llevó a la Rita, entonces capital del municipio Cabimas para realizar la permisología correspondiente para empezar la construcción, la persona que estaba a cargo revisó los planos con sumo cuidado.

Aquella actitud le generó a Teodoro cierta inquietud y más nervioso se puso aun cuando el elemento le preguntó sobre quién había sido la persona que había realizado esos planos.

Lo primero que Teodoro pensó fue que había sido estafado y que los planos eran un fraude pues los había elaborado un borracho alcohólico. Teodoro, que era un hombre iletrado decidió encarar la situación y le pregunto al señor. - ¿Porque lo dice usted? y el hombre le contestó. -Porque nunca había visto un trabajo tan impecablemente realizado, usted ha tenido que haber pagado mucho dinero por estos planos, pues la persona que los realizó es un experto, se lo aseguro. Fue un caso donde se evidenció como un talento se desperdició en el alcohol.

Nestor Luis Pérez Borjas


lunes, 3 de agosto de 2020

Indigentes, borrachitos y personajes populares - Memorias del pasado

María Caraota, Petra, Betty, Julito, Satanás, Lázaro.
De Néstor Luis Pérez Borjas .

Relatos históricos de Cabimas.

Las ciudades se hacen celebres por su historia, por sus monumentos, por sus iconos, o por aquellos personajes que dejaron una huella imperecedera en la memoria histórica, los cuales pudieran ser hombres o mujeres notables, pero también personas comunes, entre ellos aquellos que deambulaban por la ciudad y que se hicieron celebres por su particular forma de vestir y por su particular forma de ser.

En Cabimas se ha hablado de hombres celebres de connotados méritos, pero no hay que olvidar aquellos personajes populares, que a pesar de no haber llevado una vida ejemplar marcaron una referencia, que sin duda identificó a la ciudad y que formaron parte de la memoria histórica de Cabimas.

En las adyacencias del Pasaje Sorocaima, antiguo centro comercial ubicado en lo que es hoy la plaza Bolívar, y el mercado popular, enmarcado en el mismo lugar, allá por los años 60 y 70, se daban cita a diario una cantidad de personajes, que con su particular actitud formaron parte del acervo cultural y folclórico de la región.

De esos años se recuerda al célebre Pingüino, un pequeño hombrecito que le dieron ese nombre debido su forma inclinada de caminar y por su manera de vestir al usar un flux grande que le llegaba hasta las rodillas. Por lo general se la mantenía en los velorios y vendía billetes de lotería vencidos y cuando lograba realizar una venta decía “el que cayó cayó”.

Había otro personaje al que llamaban Culebra Boba. Este pobre hombre padecía el mal del sambito y a veces se le aceleraba tanto que se desbocaba y empezaba a correr sin control llevándose todo a su paso, hasta que finalmente se estrellaba contra lo que fuera y de esa forma era que se detenía.

Otro personaje lo llamaban Todavía, pero que en realidad se llamaba Tobías, pero al mencionarlo como Todavía se enfurecía. Por esa tontería se ponía bravo y comenzaba a pelear y a insultar con palabras soeces. La gente se las ingeniaba para hablar cualquier cosa que mencionara la palabra todavía con el objeto de molestarlo.

Había dos mujeres que solían emborracharse, a una la llamaban La Ampolleta y a la otra La Escopeta. La ampolleta se ponía a llorar y corría al ser amenazada con una inyectadora. Ésta pobre mujer parió varios niños de diferentes borrachitos que la tomaban aprovechando su embriaguez, debido a que a esa inyectadora sin aguja no le tenía miedo pues disfrutaba mucho según contaban.

La escopeta era una mujer muy alta y delgada por eso le dieron ese nombre, siempre andaba borracha.

Otra mujer bastante conocida fue la que llamaban La Puyona, una meretriz exprés que frecuentaba los lugares abandonados, a la que solían hacerle cola por lo barato de la tarifa.


El llamado Satanás fue un siniestro personaje que fue declarado enemigo público número uno por sus muchos delitos. Solía vestirse de mujer y era experto en arrebatones. Aquí hay una anécdota de Jorge Trujillo Durán con Satanás.





Se conoció también a una viejita de baja estatura a la que llamaban Anita la manicera, ésta señora se maquillaba de forma exagerada y vendía maní en el cine internacional. Estaba otra mujer también muy pequeñita llamada la Medio Metro, a ésta pobres señora le daban ataque de epilepsia y la gente se aglomeraba sin saber que le sucedía.

Otra ancianita que solía vestir de negro llamada Barbarita proveniente del barrio tierra negra solía recorrer el comercio y cuando un chistoso le daba algún dinero para molestar un turco, esta lo tomaba de sorpresa por detrás y abrazándolo le hacía un movimiento similar al baile del perreo. Eso era un gran espectáculo callejero.

Había un borrachito indigente llamado Cuatrocientos, le daban ese apodo debido al peso del bulto de mercancía que lograba cargar sobre sus hombros para el comercio, el cual según, pesaba 400 kilos.

El negro Camejo, otro borracho, también se dedicaba e esa faena y en tiempos de San Benito, al igual que 400 tocaban el requinto, tambor principal de los chimbangueles. Ambos murieron ahogados en el lago.



También hay que recordar a Ali, el llamado camarada, el cual solía barrer dos calles del casco central. El pobre hombre no era normal y tiempo después fue encontrado ahorcado en un árbol del parque Bolívar.



Otro pequeño hombrecito al que llamaban mondongo estaba entre los más populares, sin dejar de mencionar al loco Julio y el llamado Bolivita.

Uno de tantos borrachos, no recuerdo su nombre, se encontraba caminando por el lodazal que se formaba cuando llovía por las calles de mercado viejo y más o menos diagonal a puesto de chicha de Vicuña resbaló y cayó sentado. El hombre se puso de pie y enseguida se tocó el bolsillo de la parte trasera donde llevaba una botellita de cocuy y sintiendo que un líquido le recorría la pierna dijo “Dios mío que sea sangre” .

Otros personajes hicieron vida en los diferentes sectores de Cabimas y el lector que los recuerde bien podrá exponerlo.

Néstor Luis Pérez Borjas

Yo voy a agregar que cuando mi papá tenia su oficina en la calle Colón, por 1974-75 , frente al Rancho de licores de Pombo, veía siempre a una vieja, que llamaban María Caraota. Los muchachos que trabajaban en la oficina de papá, le gritaban "María te doy un real" y la vieja comenzaba a hacerle "el perreo" a un poste. Y si no le daban el real, te saltaba una lluvia de improperios. Supe que murió atropellada por un vehículo.

Rafael Rangel

Los Player's nacen en Cabimas


Esta organización musical es fundada en Cabimas el 24 de Julio de 1979, seleccionan su sede en el sector R10.

Lograron grabar un total de 14 discos de acetato de los cuales ocho eran tipo Lp's y seis de 45Rpm.
Sus primeros integrantes entre otros fueron: Óscar el Muñeco, José Machado. Más tarde la agrupación musical es reforzada, generando a partir de allí un total éxito en sus producciones.

Se incorporaron como solistas Chalo Navarro, Nelson Bueno y el Maestro Tony Figueroa. En el órgano colocaron a Alderry Navarro, Luis Acosta en la Conga, Álvaro Giménez estaría a partir de allí en los Timbales,Tito Bermudez sería el guitarrista y Edgar Mora en el Bajo.

A partir de esta innovación, los Player's empezaron a conocerse por sus excelentes producciones musicales logrando obtener numerosos premios y reconocimientos. Todas las giras del Conjunto Musical a través del país constituyeron un rotundo éxito: Mérida, Trujillo, Falcón, Lara eran los estados más solicitados.

Llevaron el nombre de Cabimas por todo lo alto. Abdías Laguna Garvertt

miércoles, 17 de abril de 2019

LOCHAS

LOCHAS                     
         

Entre mis reminiscencias especiales se encuentra una moneda ya inexistente, la Locha ,  muy asociada con mis días escolares porque lo que mi papá me daba diariamente para la merienda era la  Locha. 

Desde que tengo memoria, recuerdo que en 1972, las monedas eran de cuproníquel como:
  • la Puya, con valor de 5 céntimos y 
  • la Locha, con valor de 12 ½ céntimos) o de plata como 
  • el medio,  con valor de 25 céntimos; 
  • el real,  con valor de 50 céntimos, 
  • el bolívar, con valor de 100 céntimos, también había 
  • la peceta con valor de 2 bolívares y 
  • el Fuerte o Cachete, de 5 bolívares). 

Siempre me dio curiosidad el valor tan singular de la locha (12 ½ céntimos) y como mi papá sabía mucho de casi todo lo que le preguntara de niño, me explicaba con mucha naturalidad que era la mitad de un medio (Bs 0,25) y que el medio se llamaba así porque era medio real, de manera que una locha era un cuarto de real y por eso le decían también cuartillo

En mi pregunta siguiente, quería encontrar respuesta a, por qué la referencia era el real y no el bolívar completo, y él pacientemente me relataba que se trataba de una costumbre que venía desde tiempos de la Colonia; pero, para tratar de rescatar la predominancia del bolívar, me explicaba que la Locha se llamaba así porque como valía un octavo de bolívar y, como anteriormente a un octavo le decían ochavo (todavía el diccionario de la RAE incluye esa palabra), a la moneda la llamaban “la ochava” y como al decirlo sonaba “lochava” , para abreviar ese nombre pasaron a llamarla simplemente Locha

Como dije antes, la Locha también se le llamaba cuartillo, pero solamente cuando se juntaba con un real, por ejemplo, era muy común oír decir : “real y cuartillo”, es decir 62 ½ céntimos de bolívar. 

Incidentalmente, recuerdo que en un programa, donde participé como parte del equipo del Colegio, una de las preguntas que pesó para que le ganáramos a nuestros contrincantes fue: “¿Cuántos céntimos son real y medio y cuartillo?, a lo que respondimos de inmediato: “87 ½ céntimos”.

A pesar de su valor tan pequeño,  la Locha  , tenía mucha aplicación y de allí han derivado expresiones que aún se usan. He aquí algunos ejemplos: 

“Pan de a Locha”,  ya que durante mucho tiempo así se le decía a una pieza de pan, de tamaño equivalente a media canilla, también llamado “pan francés”. 

“Me cayó la locha”, expresión que hoy se usa para decir me cayó o llegó el sueldo. 

Para entender su uso original hay que saber que en las fuentes de soda o bares habían unos aparatos llamados Rockolas que tenían un discos de vinil de 45 ½ revoluciones, con las canciones de moda (una por cada lado del disco). Para oír la que uno quería había que meter una Locha y, como aveces no caía bien por la ranura, cuando lo hacía y empezaba a tocar la canción seleccionada se solía exclamar  ¡Me cayó la Locha!

Otro dato curioso era: “La pregunta de las 64 mil Lochas”

A principios de la década de los años 1960 hubo un programa de preguntas donde a cada concursante se le formulaban hasta 5 preguntas, la primera de las cuales premiaba con 4 mil lochas (500 bolívares) si decías la respuesta correcta, y las preguntas sucesivas con 8 mil, 16 mil, 32 mil, hasta la pregunta final, muchísimo más difícil que premiaba con 8 mil bolívares, es decir 64 mil Lochas . Hoy se usa esta expresión para calificar una pregunta con respuesta muy difícil de obtener. 

"En la lucha por la Locha, para comprar la leche”, así decía, en la década de los 1970, al anuncio por parte de los productores, informando que el litro de leche pasaría de costar real y medio, a costar real y medio y cuartillo. 

En aquellos tiempos los precios eran tan bajos y la locha tan útil.

Muy interesante el tema y me agrado esa lectura, por eso la comparto con ustedes porque es parte de nuestra historia.

Autor.
Desconozco el autor. Esto me llego en una cadena de Whastsapp. Una de las cosas mas interesantes que he leído en una cadena. 

Ahora, si deseas saber más de esta moneda, desde el punto de vista histórico y numismático, les recomiendo el articulo:

La Locha por Carlos Alberto Camacho CastellanosExperto en Notafilia y Numismática de VenezuelaCronista en investigador de Historia de Venezuela




sábado, 18 de noviembre de 2017

PRIMERA COOPERATIVA DE CABÍMAS.



La primera cooperativa de la cual tuve conocimiento se fundó por la calle el progreso del casco central de Cabimas en los años 50 60 y 70, siendo su único objetivo la lectura, particularmente del diario Panorama. 
Esa pequeña empresa social y de comunicación estaba conformada por los siguientes señores; Lucio Bellorín, un margariteño iletrado y jubilado dela compañía petrolera, quien además era considerado por sus paisanos como un representante de la isla, ya que se encargaba de recibir en su humilde casa, a cuanto margariteño llegaba solicitando hospedaje y orientación en procura de aspirar a trabajar en la compañía CREOLE, hoy día PDVSA.

Lucio Vellorín fue miembro fundador local del partido acción democrática y padre del doctor Miguel Bellorín quien en un periodo se desempeñó como director del hospital de Cabimas cuando estuvo ubicado en las instalaciones que hoy ocupa la escuela Pedro Oporto, la casa de la cultura y oficinas de la UNERBM.

Este señor tenía el compromiso de comprar el periódico el día lunes y martes. El señor Mário Suárez, un humilde comerciante también iletrado, oriundo de la cañada de Urdaneta, tenía el acuerdo de comprarlo el día miércoles y jueves y el viernes y sabado le tocaba comprarlo al señor Jesús Pérez, mi padre, quien era un maracaibero que sabía leer y escribir muy bien y se desempeñaba como uno de los primeros carpinteros artesanales de Cabimas para ese entonces.

Mi padre tenía el acuerdo de leerles el periódico a viva voz, incluyendo las propagandas, para que la pudiera escuchar el señor Lucio, quien era medio sordo. Los días domingos se agregaban en calidad de invitados, otros analfabeta como Teodoro Boada conocido como el guaripete y Manuél Ruiz un andino que vendía carne en el mercado local y que por tal razón lo llamaban el chivo. Estos agregados se turnaban la compra del periódico ese día. Todas esas personas compartían con los demás la oportunidad de enterarse de todo cuanto ocurría en el país y en el mundo, pues la radio y televisión eran un lujo de pocos. 


El soporte legal de ese convenio era verbal, es decir, de mutuo acuerdo y sin otras cláusulas que no fuera, lo que pudiéramos llamar un pacto de caballeros. El día lunes empezaba esa rutina bien tempano en la mañana y continuaba todos los días meses y años, contando además con la presencia de un nutrido público que se acomodaban en las aceras para escuchar las noticias del entonces radio bemba, antes de empezar la faena diaria.

MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.
Nestor Luis Pérez Borjas

QUIEN FUE MANUEL MÉNDEZ


La mayoría de los colegios tienen bien claro el epónimo del mentor de quien lleva su nombre, pero en el caso de la escuela Manuel Méndez de Cabimas, la cual está ubicada al final de la calle el Rosario haciendo esquina con la avenida Andrés Bello y diagonal a la escuela técnica industrial, poco o nada se había sabido. 

A continuación relataré una breve reseña histórica de ese insigne personaje, cuya escuela lleva ese nombre, pero antes me voy a permitir exponer la procedencia de su breve historia, ya que la fuente informativa fue de mi completa confianza y estimo sin lugar a dudas por la calidad del exponente que fue historia cierta.


En Cabimas vivió por muchos años un conocido sacerdote, que por su condición de hombre público, marcó con particular importancia algunos hechos históricos de esta región. Me refiero al ya desaparecido padre Marcos Petit, quien era oriundo de Cabimas y se desempeñara como sacerdote, hasta el momento, en que por razones que solo a él concernía, renunciara a sus hábitos sacerdotales para dedicarse a las faenas de la ganadería, la cual ejerció hasta el final de su larga vida.


Razones familiares me unían al amigo Marcos, por lo que sabiendo que se trataba de una enciclopedia ambulante me inclinaba a sostener con él largas conversaciones, pues pocas personas he conocido con tan extenso conocimiento y calidad intelectual como el señor Marcos Petit. En ese entonces yo venia de dar clases en la escuela de artes plásticas Pedro Oporto de Cabimas y todo cuanto concernía a la cultura y la historia de Cabimas, fue y será siempre de mi completo interés.

En una época en que el señor Marcos Petit se desempeñó como sacerdote del municipio Santa Rita, entonces capital de Cabimas cuando éramos Distrito Bolívar, le tocó ser testigo de varios hechos, que por estar relacionados con su actividad sacerdotal, lo pudo constatar y registrar en los documentos que esa parroquia llevaba.

El buen amigo Marcos me relató que a finales del siglo 19 y principios del 20, llegaron procedente de Maracaibo, la familia Méndez.


Era obvio que esa familia era de clase media, pues al llegar a la Rita se dedicaron a la ganadería y fue así que fundaron una pequeña hacienda ganadera. Manuel era el hijo mayor del matrimonio Méndez, el cual había estudiado en Maracaibo hasta alcanzar al grado de bachiller. 

Cuando la familia se estableció y dispuso de los braceros que habitaban en el sector para que trabajaran en la hacienda, se percató de lo iletrado de la peonada y en su afán de ayudarlos a superar el analfabetismo improvisó una pequeña escuela al aire libre, resguardándose debajo de un árbol, cuyo extensa copa los protegía del sol.

Esa actividad se extendió a los hijos de sus empleados y otras personas interesadas del sector. En aquellos años no tardó en hacerse famoso, pues la noticia se hizo extensiva y le dio la fama de maestro bondadoso, el cual lo tenía bien merecido, pues contaban, que según, se trataba de una persona de un gran espíritu de colaboración, provisto de una paciencia poco vista. 


Ese es el origen de ese gran e insigne maestro, cuyo nombre lleva la mencionada escuela arriba mencionada. 

Es difícil precisar la fecha de su nacimiento que nos permita celebrar su cumpleaños, mas sin embargo, se debiera ubicar tentativamente una fecha, a fin de celebrar el día o la semana de Manuel Méndez. 
Dedico este escrito al colegio donde estudié la primaria, a su personal docente, administrativo y obrero, a la memoria de muchos de sus maestros que ya partieron de este mundo y en lo particular al señor Marcos Petit, quien me suministrara tan importante información.

MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.
Nestor Luis Pérez Borjas

miércoles, 25 de octubre de 2017

GRAN ESPECTÁCULO EN LOS CIELOS DE CABIMAS EN TEMPORADA DE VIENTO FUERTE


Imagen Nestor Luis Perez Borjas


En los años 50 y 60 era todo un acontecimiento en Cabimas prepararse para la temporada de elevar volantines. En esa época, cuando aún la tecnología estaba muy distante de inventar las computadoras, teléfonos inteligentes y otras novedades, los jóvenes de entonces le dábamos importancia a este y otros eventos, que hoy día prácticamente han desaparecido.

Todos los años esperábamos con ansias los primeros movimientos de vientos fuerte para elevar los volantines, que por lo general se iniciaban en los meses de marzo y abril y al ver los primeros indicios, comenzábamos a buscar afanosamente los materiales para elaborar esos danzantes del aire, los cuales eran llamados también papagayos, petacas, fuga y volantín. Nosotros le decíamos fuga o volantín.

En esos años nos dirigíamos al club italo Cabimas, cuando en sus inicios este estaba ubicado en la calle san José, en un lugar donde hoy funciona una venta de repuestos automotrices, el cual está justamente cruzando a la derecha al finalizar la gran papelería.

Resulta que ese club tenía una cerca elaborada con tubos o varillas de caña de azúcar, y esa madera resultaba ideal, ya que por lo liviana era especial para la elaboración de los volantines. Esa cerca era nuestro proveedor gratuito, ya que cada quien, sin que se dieran cuenta los socios, iba y se apropiaba de una pieza, con la que se podía realizar muchos volantines.

El tamaño y forma era al gusto de cada quien, y para el amarre y estructura general utilizábamos hilaza blanca y para pegar el revestimiento, que por lo general era de papel seda o de fiesta como también le decíamos, ya que con ese material hacían entonces las bambalinas para ambientar los eventos festivos.

Ese papel lo fijábamos con goma escolar sobre las varillas de la estructura del volantín, o una pega llamada pegalotodo y uno alternativo que no tenía costo, ya que utilizabamos las fruta del caujáro que también era excelente. Finalmente, el acabado consistía en salpicar con agua el papel y ponerlo al sol para que se estiraran las arrugas, luego de terminado le poníamos el rabo, para lo cual usábamos tela de ropa vieja y le estábamos luego una cabuya muy fuerte que llamábamos pita para elevarlo.

Cada quien en sus diferentes barriadas procedían a construir sus volantines, para lo cual queda sujeto al recurso e ingenio, tomando en cuenta las limitaciones de cada quien. Al estar listo para ser elevado, los lugares adecuados eran los campos abiertos. Nosotros nos trasladábamos al llamado campito, un extenso terreno de arenas amarillas y que desapareciera para darle paso hoy día a automotriz Cabimas. Aquello era un bello espectáculo de vistosidad, donde el movimiento visto en lo alto del cielo azul, ofrecía un performance de movimiento y lucidos colores, digno de ser apreciado en aquella Cabimas de antaño.

Por esos lados, el experto en construir volantines y elevarlos era un joven de nombre Luis Boada, quien en su vida de adulto se encargó del conocido bar el margariteño. Luis tenía varios volantines, entre ellos uno especial pintado todo de azul que le permitía camuflarse en el cielo azul y que por tal motivo lo habíamos apodado el fantasma, ya que nada más surcaba el cielo, cuando desde otras latitudes, los muchachos de las calles circunvecinas ponían en nuestro espacio aéreo sus respectivos volantines.

El fantasma estaba provisto de 5 turbinas, perdón, quise decir, de 5 tarabas o lengüetas giratorias que lo hacían rugir cuando el viento era fuerte. También tenía un arma secreta instalada al final del rabo, la cual consistía en un taruguito de madera con una hojilla en cruz, que al rozar sobre el hilo que tensaba el volantín invasor lo cortaba y de una vez se venía en picada o se lo llevaba el viento muy lejos.

El asunto no era tan fácil, Luis era un veterano que sabía, que el tamaño o largo del rabo, así como el diseño general, incluyendo doble papel de revestimiento le daba mayor resistencia, seguridad y equilibrio al fantasma. Eso, más la combinación de ciertos movimientos de mano, permitía que el volantín surcara el cielo desafiante, con movimientos versátiles que hacía que se moviera de un lado y otro y se viniera en picada para realizar un ataque y retomar luego el curso normal.

Algunas veces el cielo estaba full de volantines y en lo que lograban identificar al fantasma, cada quien se apresuraba en enrollar el suyo para recogerlo lo más pronto posible, ya que muchas veces veían con lágrimas en los ojos como su bello volantín era atacado y desactivado y dado por perdido en un instante. Era el riesgo que se tomaba entonces, no era por maldad, lo mismo ocurría con los trompos, al ser partido en dos por uno más fuerte, o que te ganaran todas las metras, así era el juego en esa época.

Fueron años inolvidables, donde la emoción se conjugaba con el ingenio, cuyo único objetivo era pasarla bien, en una época donde la actividad deportiva nos mantenía sanos y con una buena dosis de adrenalina. Hoy nada más es historia, es el reflejo de una época de oro que no puedo evitar añorar con profunda nostalgia y que, visto el modernismo de hoy, creo que no se repetirá.

Sirva este relato como un homenaje póstumo dedicado a Luis Boada, compañero de infancia que protagonizó muchas aventuras, hoy día desaparecido.

MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.
Nestor Luis Pérez Borjas

viernes, 4 de agosto de 2017

Las Gárgolas de Cabimas

La gárgola es un ser imaginario representado generalmente en piedra que posee características a menudo grotescas.  Proviene del frances gargouille y este del latin gargarizo, que a su vez deriva del griego hacer gárgaras.

El origen de las gárgolas se remonta a la Edad Media y se relaciona con el auge de los bestiarios y los tormentos del infierno  La función de las gárgolas son1. 1.  Desaguar los tejados 2. Decorar dichos desagüesbuscando por tanto, una finalidad estética. 3. La creencia populares y leyendas sirven para auyentar al demonio y otros espirítus del mal.

Las gárgolas son un elemento gótico que estuvieron y todaavia están enclavado en una arquitectura popular, mezcla del barroco y el neoclásico.  Las gárgolas más famosas y conocidas se encuentran todavia en el Casco Central de Cabimas, Avenida Cumana, en la Avenida Andrés Bello, Ambrosio, en pleno siglo XXI un local comercial tiene gargolas, entre otros lugares.

De hecho, su construcción en las casas donde se comenzaron a incorporar estas formas decorativas, respondió a que los talladores de imágenes querían mostrar al lado de la belleza espíritiual la fealdad moral simbolizada por estos extraños seres.  Principalmente se usaron perros, lobos, rinocerontes y dragones.

La influencia directa la afirmo y la atribuyo a los paises europeos como Francia, Holanda, Inglaterra, Portugal y Italia que trayeron esa decoración a sus coloniaqs en América.



En Cabimas, el uso de las gárgolas eran para que fluyera por sus bocas las aguas de los techos y como adornos. Muy poco se sabe porque en Cabimas se utilizó esta arquitectura popular invalorada, trabajada con meteriales rústicos.

Les presento Las Gárgolas de Cabimas






Edición Digital para la ciudad de Cabimas.

Autor:  Sotero Pino Roque  El Cronista Digital de Cabimas
            Abogado

La Maldición de Rachel

MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.
LA MALDICIÓN DE RACHEL.
Esta historia que relatare a continuación aconteció en la calle el progreso del casco central de Cabimas a mediados de los años 60. En esa época el servicio eléctrico en la región era prestado por la entonces compañía anónima de administración y fomento eléctrico (CADAFE) la cual era implacable con aquellos subscritores que no tuvieran al día con el servicio. 

A pesar de que en esos años en el país había una pujante actividad comercial impulsada por el auge de la industria petrolera, no todas las personas que trabajaban gozaban de solvencia económica que les permitiera vivir desahogadamente. Muchos padres de familia eran obreros que devengaban un sueldo mínimo, que para pocas personas podía alcanzar, pero que, en aquellos casos, donde la familia era numerosa, era difícil, ya que, no solo era los gastos de alimentación, sino que había que estar al día con los demás servicios, el cual incluía el agua por tubería, ya que en esos años estaban activos los medidores del vital líquido que tiempo después dejaron de funcionar.
Eran años donde salir adelante no era fácil y los adultos mayores que tenían bajo su responsabilidad una familia, debían arreglárselas para solventar las dificultades económicas. No había nada más desagradable que de pronto apareciera una camioneta con una cuadrilla de obreros del INOS (instituto nacional de obras sanitarias) y se llevara el medidor y dejara sin ese servicio a una familia, o que apareciera una camioneta de CADAFE y de igual forma cortaran el suministro eléctrico. Sin embargo, el ingenio y creatividad de las personas para ponerle solución al asunto se ponían en funcionamiento. Más de uno le instalaba a la poceta donde estaba el medidor de agua un niple que consistía en un tubo pequeño que remplazara al medidor confiscado para que hiciera la misma función. También en el caso eléctrico se solventaba colocando unos ganchos a la línea eléctrica y se conectaba de forma fraudulenta. 

Mucha gente humilde tenía la pesada carga de cancelar los servicios públicos y encima pagar también alguna póliza funeraria, la cual para ese entonces se cancelaba la módica suma de un bolívar semanal, o esconderse y negarse al también perfumero que dejaba el producto para ser pagado en cómodas cuotas, de igual forma con el turquito que vendía el corte barato y lo dejaba a crédito, o comprarle la leche a Morroco y hasta una lata de agua potable a Marcelino el agüero.


Fue así como las mujeres siempre ingeniosas se abrieron a los negocios para ayudar a solventar al marido los gastos de la familia y para ello vendían empanadas, pastelitos, arepas peladas y blancas, bollitos pelones, dulce de todo tipo, hielo, hayacas, sopa de mondongo, dupletas, rifas, loterías de animalitos, sanes de hamacas, lavado y planchado de ropa etc.

Una tarde se presentó en la casa de habitación de la señora Rachel, una camioneta de la compañía eléctrica CADAFE y un elemento mal encarado le participó que le iba a suspender el servicio y la humilde señora, de forma cortes, en un tono de ruego, le pidió que por favor reconsideraran esa medida, que ella le prometía que al siguiente día bien temprano iría hasta las oficinas a cancelar la deuda. Aquel hombre mal educado le dio la espada y se dirigió a la camioneta y bajó la escalera y la colocó al poste, al tiempo en que sacaba los instrumentos que se enganchaba con una faja de seguridad, provista de alicate y otros utensilios. 

Mientras se colocaba aquella odiada indumentaria de trabajo, la señora Rachel usaba otros apelativos de ruego para que no le cortaran la corriente, pero aquel hombre de aspecto arrogante la ignoraba. Cuando el hombre se encontraba ya encaramado a mitad del poste, la señora Raquel, viendo que sus ruegos no eran tomados en cuenta, opto por abandonar su actitud apacible y entró en cólera. 

Ya los curiosos y vecinos se habían amontonados para ver aquel triste espectáculo y fue entonces cuando la señora en cuestión le grito a viva voz y dijo-- PERMITA DIOS QUE ESE POSTE SE ROMPA Y TE CAIGAS DE ALLI, MUERGANO. En ese momento, como si aquellas apocalípticas palabras estuvieran provistas de un desconocido poder, el poste crujió y se dobló, generando un chispero como producto de las líneas rosando en el techo de esa casa, que hizo que el hombre perdiera el equilibrio y callera desde lo alto al pavimento. Aquel elemento estaba de color amarillo por el susto y cuando medio cogía aliento, un curioso se le acercó y le dijo-- Tuviste suerte, nadie sobrevive a una maldición de Rachel y vive para contarlo. Con la velocidad del rayo, aquel hombre se montó en la camioneta y emprendió velos huida. 



Al otro día, cuando la compañía remplazó el tubo, ya Rachel había cancelado el servicio, pero el hecho curioso fue, que la cuadrilla de hombres que trabajaron allí, se portaron sumamente amables con la agraviada señora.
MEMORIAS DEL PASADO
Relatos históricos de Cabimas.
NESTOR LUIS PEREZ BORJAS