Me cuenta la Sra. Rosanna Tibolla, que ella vivía en Cabimas, por los años 1950, en Punta Icotea, Y trabajaba en el Salón de Belleza Carla, que quedaba inicialmente en el callejón al lado de CADAFE, hoy ENELCO.
Ella caminaba todos los días en la mañana desde Punta Icotea hasta el salón. Y en la tarde de regreso.
En frente de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario estaban las paradas de varias líneas de “carritos por puesto”. Ella cuando se acercaba a este lugar aceleraba el paso ya que los conductores le lanzaban piropos de todo tipo.
Ya después cuando la veían venir caminando rapidito, le gritaban “¡¡Allá viene la naveca!!”, en alusión a las lanchas rápidas que hacían la ruta Cabimas Maracaibo y que salían del muelle 1 detrás de la Plaza Bolívar.