En estos días iba en el carro con Jesús Borrego y por el sector R10 vemos a un señor con una bolsita que llevaba dos panes.
Jesús me dice: “Ese es Luís, el que cuida carros frente a la casa”. Jesús vive en el casco central en lo que llaman La Gran Cruzada.
“El le deja a mi papa todos los días desde hace más de 15 años esos dos panes bien temprano y le dice:”
“Adalgicio, cuidáme estos panes”.
Como a las diez de la mañana lo llama:
“Adalgicio, mis panes”; y mi papa se los da, pero rellenos con jamón y queso.
Y al medio día siempre la pasa un plato de comida.
Un día eran como las doce y media y se escuchaba el lamento:
“Adalgicio, dame las lágrimas negras…..”
“Adalgicio, dame las lágrimas negras…..”
Y así varias veces. Ya con la curiosidad yo salgo y le pregunto:
“Ey Luís, que queréis?, que son esas lágrimas negras?”
Y me contesta:
“Las caraoticas, que aquí me da el olor del caldo…:”.
Jesús Borrego.