sábado, 24 de diciembre de 2016
Calles tradicionales de Cabimas
El Cronista Digital del Siglo XXI
y las Redes Sociales
Fiestas Folclòricas y Patronales de Cabimas
Costumbres y Leyendas de Cabimas
Las costumbres y leyendas cabimenses conforman nuestras manifestaciones socioculturales que viene desde la època indigena, pasando por la rural, petrolera y llegar hasta hoy la urbana.
Las costumbres de Cabimas fueron de tipo familiar, vida diaria, linguìstico y costumbrismo y las leyendas los sucesos, apariciones y relatos. Las costumbres de tipo familiar se remontan a la època primigenìa casàndose los miembros de una misma familia con nativos cabimenses, la vida diaria era ejemplar, estricta, rigida y respetuosa. Las actividades de subsistencia se caracterizaban por el corte de madera, crìa de animales y la pesca.
En lo linguìstico el denotar y connotar se caracterizaba por el "voz" y expresiones como "confiro primo tanto tiempo sin verte añales primo añales" entre otras expresiones y el costumbrismo aparece con los narradores de cuentos, cantores, escritores y cronistas.
Las leyendas se caracterizan por la existencia de dos corrientes: la corriente del indio venezolano y la del medioevo español. De los aportes de los indigenas nos viene la creencia en espìritus antropomorfos, habitanates de parajes encantados como el Lago de Maracaibo, cementerios , montes y caminos.
Del medioevo español propagó creencias pagano-cristiana tales como el diablo, el judío errante, las animas, los duendes, la sayona. De Guinea nos vinieron la brujería, el amuleto y la "virtud", conformándose el contexto socio-econòmico-cultural del misticismo afro-venezolano.
Con la apariciòn de la luz elèctrica y el petròleo por los predios de Cabimas y la inmigraciòn de gente de otras regiones del paìs y del extranjero, aflora un nuevo modo de vida y misticismo.
Tenemos que estar claro que en todo el paìs sucediò lo mismo en cuanto a costumbres y leyendas .
La Cabimas de lo autòctono pasa a ser la ciudad de los servicios de la electricidad y la vida en campos petroleros. Cambian las costumbres, se casan las cabimenses con americanos, italianos, chinos y la labor diaria se tecnifica. En lo linguìstico aparecen nuevas expresiones que no se pueden borrar por resentimiento social como: hijo er diablo, a mundo Coro, alas pues, hello mister, mama mìa, my friend entre otros modismos. Aparece el àrbol de navidad, San Nicolás que lo quieren desaparecer por asuntos polìticos, el whisky y el brandy.
Nacen leyendas como los espantos de la casa de tejas, el ceretòn de la carretera "L", apariciòn del Dr. Josè Gregorio Hernàndez en Ambrosio, la muñeca que habla de la avenida 32 entre otras leyendas.
Para finalizar, estas manifestaciones socioculturales constituyen una presencia històrica que se identifica con la vida cotidiana del ciudadano cabimense, la crònica vivirà mientra exista en el hombre la actitud crìtica frente a la realidad de nuestra ciudad.
Autor: Sotero Pino Roque
El Cronista Digital de Cabimas y la Costa Oriental del Lago.
http://spinoroque.blogspot.com.co/2012/02/costumbres-y-leyendas-de-cabimas.html
Areperia R-10
Construcción que data de 1.930, comenzó siendo la Comisaría en la época del Presidente: Marcos Pérez Jiménez, fue comprada por el Sr. Michell Tortolani (Italianos) y su esposa Nerina con el propósito de ubicar un negocio de ventas de Arepas peladas y blancas, constituyen hoy una referencia para Venezuela, como un plato típico, pero por problemas de salud, esta pareja tuvo que emigrar a Italia y queda a cargo de la Arepera su hermana Nerina, pero sin embargo fue poca también su estadía en Venezuela, quedando la tradición a manos del Sr. Gaetano Nardelli y su Esposa Alicia Silva y sus hijos, quienes hoy siguen está expresión gastronómica de identidad para el sector y para Venezuela y el mundo.
Publicado por metáfora
EL TRÁGICO CASO DE UNA NIÑA QUE SOLO QUERÍA DIVERTIRSE.
En los años 50, 60 eran pocos los eventos que proporcionaban sana diversión en Cabimas, era ocasional que apareciera un circo o un parque mecánico con sus caballitos, actos de payasos y animales, era entonces cuando uno podía divertirse a lo grande.
Manejar los carros chocones era una novedad, la silla voladora y las demás distracciones eran eventos que muchos disfrutabamos. Contadas personas tenían en esa época un televisor o un radio conque distraerse y pasar el rato.
Los niños y jóvenes nos las ingeniábamos para fabricar una patineta con rolinera desechadas de talleres mecánicos, o improvisarse un emboque con con un aislante eléctrico, caminar con zancos y sentirse gigante, jugar trompo, metras y una cantidad de juegos ya desaparecidos. Para cada ocasión nos las ingeniábamos, era así como elaborábamos dispositivos de agua para jugar en carnaval y fabricar nuestro disfraz o hacer detonaciones pirotécnicas en navidad utilizando cabezas de fósforos y una bujía de un carro, o un volatín en temporada de vientos.
Echar mano del ingenio era una constante para procurarse sana diversión. Por esa razón cualquier cosa curiosa que llamara la atención y que aparentemente no revistiera peligro alguno, era buena para entretenerse.
En una oportunidad en que una señora proveniente de un barrio cercano se encontraba visitando a una amiga que vivía por la calle el progreso del casco central de Cabimas se suscitó una lamentable tragedia.
La joven señora se encontraba en compañía de su hija menor conversando del lado afuera de una casa que estaba ubicada frente a un terrenos propiedad de la entonces transnacional petrolera Creole Oíl Company.
Los jóvenes de por allí llamábamos a ese lugar las bases, debido a que allí se encontraban cuatro gigantes bloques de concreto donde en una oportunidad sirvieron de soporte a un taladro petrolero.
En ese lugar se encuentran hoy día dos casas, justo al lado del colegio costa oriental y diagonal al bar el margariteño.
En ese terreno había unas tuberías que tenían que ver con un pozo de gas abandonado con una serie de conexiones que invitaban a cualquier niño curioso a montarse sobre ellas como si fuera un caballito de hierro.
La inocente niña le pidió permiso a su madre para curiosear en el terreno mencionado y la madre que ya estaba a punto de marchase la dejo ir mientras ella se despedía de sus amigas sin sospechar que el destino le tenía preparado algo desagradable.
La niña se divertía montada sobre aquella madeja de hierros, cuando de pronto le llamó la atención un olor muy extraño que emanaba de aquellas tuberías, a las que también llamaban arbolito.
Motivada por la curiosidad comenzó a aspirar aquel letal vapor que en cuestiones de momentos le hizo desplomarse al suelo y perder la vida.
La angustiada señora y sus amigas corrieron para socorrer a la niña, pero fue demasiado tarde, nada pudieron hacer. Aquel desagradable suceso había quedado en el más completo misterio y la desesperada madre no tenía consuelo.
Después supimos que aquel mortífero olor era hidrógeno de sulfato H2S, un peligroso gas tóxico que en altas concentraciones es capaz de acabar con un ejército entero.
Aquello quedó así, sin que se supiera de alguna compensación, o indemnización por parte de la petrolera y mucho menos que se estableciera la responsabilidad por aquel fatal suceso. Era obvio que algunos peligros generados por la industria petrolera de entonces no eran debidamente advertidos como en efecto debió haber sido. Las autoridades de entonces no se pronunciaron al respecto y tampoco fueron capaces de obligar a la empresa responsable para que instalara un aviso que previniera un eventual caso similar o por lo menos haber cercado ese terreno.
Ahora comprendo que los niños que jugábamos en ese terreno estuvimos expuesto a un eminente peligro y que solo Dios sabe cómo pudimos sobrevivir.
Relatos históricos de Cabimas.