viernes, 24 de junio de 2011

Las dos urbanizaciones Los Laureles

Casi siempre que me encuentro con personas, amigos o estudiantes, me reprochan que no escriba sobre las parroquias donde ellos viven, para tener una visión o memoria histórica de su región.

Debo confesar que no es muy fácil tratar este tema, porque esta ciudad ha crecido de una manera inesperada y anárquica y por eso me ha sido imposible, como cronista, dedicarme a escribir sobre cada una de las parroquias. Tengo eso sí, que decir que estoy facultado para nombrar el Cronista Parroquial, pero para ello tengo que seleccionar a una persona conocedora de la historia.

He de señalar que desde que obtuve el cargo de Cronista hace 15 años no he logrado la asignación de una oficina para mis actividades, donde pueda guardar los archivos relacionados con la memoria histórica de mi ciudad y también de cada una de las parroquias. Sin embargo, voy a tratar de destacar algunos aspectos de los que sirven de punto de partida de algunos de esos hechos.

En esta oportunidad voy a referirme a las dos urbanizaciones de Los Laureles en la parroquia Germán Ríos Linares, ubicadas en la zona norte de Cabimas. Ese sector era conocido en el pasado como El Tembladar y lo primero que allí se construyó fue el cementerio, cuando fue cerrado el existente en el centro de Cabimas en el inicio de la carretera “H”, lugar donde está hoy la edificación de la nueva Alcaldía que aún no ha sido inaugurada.

La primera urbanización que se construyó en ese sector fue Los Laureles Viejos, que la inició el empresario Octavio Zuleta Galué, persona muy estimada, quien fue presidente de Caicob en el período de 1957 hasta el 1960. Esas casas fueron la atracción por su amplitud y comodidad, pero que fueron poco a poco abandonadas por carecer de los servicios más indispensables como el agua, electricidad y gas que les fueron prometidos por los organismos competentes.

Años más tarde, en 1973, siendo presidente Carlos Andrés Pérez, en una visita a los barrios La Salina y El Cardonal, consideró que esa población vivía en condiciones inadecuadas y en un sitio cenagoso, por lo cual ordenó construir unas viviendas para esa población, a fin de trasladarlos allí luego de la demolición de las casas, con el nombre de Los Laureles, cuestión que se hizo realidad en el año de 1975.

Estas áreas donde están estas urbanizaciones poco a poco fueron creciendo y la ciudad se ha ido extendiendo a ese lugar con una población numerosa, en donde se construyeron varias escuelas de la Universidad Rafael María Baralt, el liceo Manuel Belloso, varias escuelas básicas y diversificadas, primarias, preescolar, especial y la básica privada Ana María Campos en Los Laureles Viejos, estadios canchas deportivas y una iglesia.

Hoy Los Laureles es un importante lugar de la Cabimas actual, con el recuerdo de esas dos poblaciones que desaparecieron para dar paso a ese sitio que cada día se desarrolla para la tranquilidad de sus pobladores.

Pedro Ramón Estrada
Cronista de Cabimas