sábado, 21 de enero de 2012
La Seguridad Nacional (SN) en Cabimas.
jueves, 12 de enero de 2012
Dr. Darío Suárez Ocando
El 30 de octubre de 2007, a la edad de 87 años, se marchó a otra dimensión existencial el Dr. Darío Suárez Ocando, valioso profesional de la Medicina venezolana y puntal de la actividad socio-económica y del desarrollo general de la zona petrolera en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo y, para nosotros, los gineco-obstetras, Maestro Latinoamericano, Maestro Venezolano, entrañable amigo, compañero de siempre e irremplazable motor de la Sociedad médico-científica que nos agrupa. Trabajador que pretendía desconocer la fatiga y la edad, luchó hasta lo indecible, hasta el último aliento, por permanecer activo y con dignidad entre los suyos, tratando de vencer la inexorable marcha del tiempo y sus consecuencias.
Le recordaremos en su faceta de hombre dinámico, de la cual dejó muestras importantes en la SOGV, donde ocupó diversos cargos directivos, regionales y nacionales, hasta llegar a la Presidencia, que ejerció con dedicación y probidad durante el bienio 1994-1996. A los 75 años, siendo Presidente nacional con deberes en las sesiones antemeridiana de la Junta Directiva, con sede en la "Maternidad Concepción Palacios", solía retornar a Maracaibo en el primer avión que le fuera posible abordar, para asistir en la tarde del mismo día a la consulta y a las tareas administrativas que le aguardaban en el "Centro Médico de Cabimas".
Como todo estudiante del Maracaibo de su época, por un capricho de Cipriano Castro debió cursar estudios universitarios en otra ciudad, y obtuvo el grado de Doctor de Ciencias Médicas en Caracas. Allí tuvo buenas posibilidades de quedarse para emprender la vida profesional, pero decidió irse a la provincia, practicó la Medicina rural en Valle de la Pascua y Mene de Mauroa y, al presentársele otras escogencias no tomó el camino aparentemente más fácil y expedito, no volvió a Caracas ni a su ciudad natal —había nacido en Maracaibo, en la parroquia luciteña, en el pintoresco barrio "Empedrao" de los gaiteros—; le atrajo Cabimas y allí se enraizó. Cabimas, ese gran hogar universal, faro de esperanza de innumerables emigrantes, una madre de brazos abiertos cuya gran mayoría de pobladores han sido adoptivos, no nacidos en ellas, le reconoce y le tendrá siempre entre sus hijos más emprendedores, entre los más empecinados en su progreso. Pocos la han defendido con un sentimiento filial tan profundo, tan fuerte y sincero; pocos, por el interés colectivo, han protestado tanto contra el centralismo caraqueño y hasta el maracaibero. No hubo actividad pro-comunitaria en la cual los cabimeros no sintieran la presencia del Dr. Suárez —así le llamaban—, quien: a pesar de su comprometedora dedicación la profesión médica supo restarle tiempo al reposo para incursionar en la política, desde el partido "Acción Democrática" y el "Movimiento Electoral del Pueblo" —llegó a ser Presidente del Concejo Municipal, Diputado y Senador suplente de la República—, participar en la banca y en sociedades financieras locales y hasta promover el deporte. Siendo Presidente del Concejo Municipal del Distrito Bolívar, hizo formal donación de los terrenos para la construcción del actual "Hipódromo Nacional de Santa Rita". El Dr. Suárez, el cabimero de adopción, hasta llegaba a molestarse con mucha frecuencia cuando los maracaiberos empleaban algunas frases del coloquio regional en las cuales se hace referencia a una Cabimas necesitada y mendicante, y con los mismos nativos de la Costa Oriental, cuando cantaban una conocida gaita en la cual se habla de una ciudad desesperada y famélica.
Pero su obra máxima para la ciudad que lo acogió fue el trabajo médico, su atención al paciente en el "Hospital General Adolfo D’Empaire" y en el "Centro Médico de Cabimas". Haciendo caso omiso de la idea de que los pueblos mineros y petroleros no suelen ser estables y longevos, sino que son más bien transitorias tierras de promisión, territorios de aves de paso que ante las mudanzas del clima no tardan en levantar vuelo, siempre abogó por grandes obras para la ciudad que, según él, todavía ofrenda a Venezuela su "reventón" de bonanza y oportunidades: el "chorro" de 1922, y pensaba que entre tales obras deberían contarse hospitales de elevada calidad técnica y asistencial. Junto a su entrañable amigo, el cirujano Dr. Otto Montero, dedicó lo mejor de sus esfuerzos a hacer del "Centro Médico" un hospital privado digno de una gran ciudad, lo que llegó a convertir en una realidad sin restar cumplimiento a sus deberes en el "Hospital General Adolfo D’Empaire", en el cual fue pilar de desarrollo del Servicio de Obstetricia y Ginecología, ejerció la docencia universitaria y promovió la adecuación y el reconocimiento de la residencia de posgrado de la especialidad. Entre sus áreas de especial interés y estudio figuraron: la cesárea, la prevención de la mortalidad materna y la asistencia del parto con la aplicación de las espátulas de Thierry, con las cuales llegó a adquirir especial destreza y a formar algunos alumnos que hoy siguen esa práctica.
Le sobrevive su esposa, la Sra. Marcilia Reyes de Suárez, con la cual tuvo diez hijos: Marcilia, María, Darío, Marisela, Morelia, Juan, José Francisco, Jairo, Melania y Javier. A ellos expresamos nuestro sentimiento de solidaridad, el de todos los miembros de la SOGV. Quien fuera su esposo y su padre, estará siempre presente en nuestros recuerdos.
Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela
EL BANCO DE SANGRE DE CABIMAS.
El primer banco de sangre que se inauguro en el estado Zulia fue el de Maracaibo, y esto se realizo el 10 de Diciembre de 1949. Esta obra se culmino gracias al esfuerzo tesonero de varios doctores miembros del Club de Leones de Maracaibo que lograron demostrar los beneficios que obtendría la población de contar la ciudad con un banco de sangre.
Pero no fue si no hasta el 10 de abril de 1950 que abrió definitivamente sus puertas al publico en general. Era en sus inicios una pequeña unidad para cubrir las necesidades de la Maracaibo de esa época.
Esta iniciativa contó con el apoyo del Gobierno Regional del Estado Zulia, del Estado Falcón y del Estado Trujillo, estados fronterizos al Zulia que también iban a estar beneficiados con esta institución.
Para el año 1953 se funda el del Hospital Coromoto en Maracaibo y el 10 de Abril de 1955 se funda el de Cabimas recibiendo el nombre de sub-centro.
Después de poner en funcionamiento la de Maracaibo se pensó en el Distrito Bolívar por tener un número considerable de habitantes y se determino que el sitio más idóneo para continuar con esta iniciativa era Cabimas, por que desde aquí se podía prestar atención a todos los habitantes de la costa oriental del lago y de estados vecinos. Y desde ese momento los miembros del mismo Club de Leones seccional Cabimas, se abocaron en campañas permanentes para lograr instalar el sub-centro.
Era una cuestión de necesidad la inauguración del sub-centro por que hasta el año 1955, cuando algún paciente bien sea accidentado, asistencia de maternidad, enfermedad natural, o para practicarle alguna operación planificada para mejorar su salud y si ese paciente requería de una transfusión de sangre, había que trasladarlo hasta Maracaibo, y la manera de llegar a Maracaibo hasta el año 1962, desde la COL o de estados vecinos, era por el “Ferry”. Esto significaba hacer un recorrido por vía terrestre con el paciente hasta Palmarejo y luego embarcar en el ferry y de allí llegar hasta el hospital donde se iba a realizar la transfusión o a practicar la atención al paciente. Es cierto que para ese entonces las ambulancias tenían preferencia de abordar en el ferry pero aun así el tiempo empleado en hacer todo ese recorrido era crítico.
O la otra manera era, ante un accidentado o paciente inmovilizado que requería una transfusión, se enviaba a un emisario hasta Maracaibo en busca del plasma sanguíneo, con el equipo adecuado para el traslado por supuesto, y luego este retornaba al hospital o la maternidad donde estaba el paciente esperando por ese plasma, pero en muchas ocasiones cuando llegaba el emisario ya el paciente que iba a servir de receptor había fallecido. Esto era debido al tiempo empleado en hacer el recorrido en ambos sentidos, Cabimas- Maracaibo y viceversa.
Por todos es sabido que un banco de sangre es aquella organización dedicada a recolectar, almacenar, procesar y/o suministrar sangre humana. Además, se encargan de analizar las muestras recolectadas. Los donantes es el pilar fundamental del funcionamiento de esta institución y los donantes deben ser personas voluntarias por motivos de solidaridad o donantes con parentescos cercanos a pacientes que requieran del plasma sanguíneo.
Los leones del “Cubil” de Cabimas haciendo un balance y conociendo de las experiencias positivas ocurridas en Maracaibo con el Banco de Sangre, se plantean como prioridad aupar la creación del sub-centro Cabimas. Eran conocedores de las dificultades por las cuales tenían que pasar pacientes y familiares cuando tenían un caso que requería de una transfusión de sangre para salvar vidas y tomando en cuenta que el Hospital de Cabimas la población a atender rondaba los 100.000 habitantes puesto que se brindaba atención a pobladores de los distritos Miranda y Baralt y también de los estados Trujillo y Falcón.
Empezaron las movilizaciones y la presentación del proyecto a los entes gubernamentales y a las empresas privadas para la respectiva colaboración cuando entrara en funcionamiento el sub- centro. El primer motivado fue el Diario Panorama que mantuvo una publicación de una mancheta diaria durante mucho tiempo que decía: “El Club de Leones de Cabimas esta empeñado en la instalación de un Banco de Sangre: colabora”
Y otra publicidad como esta también la mantuvieron por mucho tiempo en Panorama y además fue colocada en diferentes puntos de la ciudad para que fuese vista por los cabimenses y motivar para captar de esta manera donantes:
Trabajaron en conjunto los “Cubiles” del Club de Leones de Maracaibo y Cabimas para lograr el fin esperado y lograron que la Junta de Beneficencia Publica del Estado Zulia hiciera una donación inicial de 8.000 bolívares y luego otras donaciones para comprar todo el equipo técnico necesario para su funcionamiento. El Banco de Sangre de Maracaibo con la experiencia adquirida en su sede también colaboro y apoyo en todo lo que pudo. El Dr. Nuñez Montiel Director del Banco de Sangre visitaba constantemente el sub-centro para hacer recomendaciones importantes de funcionamiento.
El primer local estuvo ubicado en la calle El Rosario y era alquilado. Un local propiedad del señor Isabelino Marcano quien le realizo las modificaciones de obra civil pertinentes como contribución para hacerlas mas funcionales adaptables a las necesidades del servicio que se iba a prestar. El local estuvo cerrado por espacio de un año y este señor mantuvo el cobro de un bajo alquiler todo ese tiempo.
También colaboraron económicamente en esta obra, el Concejo Municipal del Distrito Bolívar, Las Compañías petroleras, el comercio y la industria del Distrito Bolívar. El local contaba con una sala de espera, consultorios, archivos, pieza para residir las enfermeras especializadas en hematologia conjuntamente con un local para el medico especializado en esa labor. Además tenía un lugar de una pequeña despensa para suministrarles alimentos a los donantes.
La Cruz Roja, en nombre de su presidente el Dr. Alfonso Araujo Belloso hizo una excelente colaboración pues el Banco de Sangre de Cabimas funcionaria sostenido por la Cruz Roja. A partir de su inauguración se esperaba la colaboración más importante y que era el punto de apoyo de esta obra: los donantes de sangre. Se hicieron campañas de concientización y el público cabimense respondió con creces en esta obra como siempre lo ha hecho.
Este fue el programa que se cumplió ese día para la inauguración:
a) bendición del local por el presbítero Briñez Valbuena.
b) Colocación de la placa leonistica.
c) Colocación del acuerdo del Club de Leones en el recinto del sub-centro
d) Palabras del presidente del Club de Leones;
e) Discurso de orden del Dr. Darío Suárez Ocando,
f) Nombramiento del sub-comité de la Cruz Roja del Distrito Bolívar, a cargo del Presidente de la Cruz Roja Venezolana, seccional Zulia, Dr. Alfonso Araujo Belloso;
g) Entrega del Sub-Centro del Banco de Sangre al Sub-Comité de la Cruz Roja;
h) Derecho de palabra. Clausura.
Después de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez el 23 de Enero de 1958, la vivienda ubicada en la esquina de la calle Bolívar con la calle Las Mercedes y que servía de sede a la temible Seguridad Nacional quedo desocupada por un breve lapso de tiempo y entonces el Banco de Sangre logro, con el aval del nuevo gobierno democrático, la instalación de todos los equipos y mobiliario en esta vivienda para seguir prestando sus servicios como lo venia haciendo en su antigua sede de la calle El Rosario.
Vivienda donde funcionó el Banco de Sangre.
El banco de sangre actualmente esta prestando sus servicios en su sede, desde el Hospital general de Cabimas.
Nelson Marcano Urribarri.
lunes, 9 de enero de 2012
Los Relojes de Cabimas
En el primer trimestre del año 1955 por un convenio que hizo el Concejo Municipal del Distrito Bolívar siendo presidente el sr. Rogerio Cepeda (1952-1958) y una empresa de publicidad de Caracas se comenzaron a instalar unas pequeñas estructuras metálicas que tenían como 5 metros de alto en la vía principal de todas poblaciones que existían desde Palmarejo hasta Bachaquero.
Fueron en total 30 estructuras de este tipo las instaladas proporcionalmente en estas poblaciones en la carretera Nacional, en Ambrosio y en la avenida principal de Cabimas.
La estructura poseía en su parte superior dentro de un par de circunferencias metálicas un reloj que funcionaba con electricidad, luego un poco más abajo una pequeña plataforma que servia de soporte a las luces del alumbrado y a la publicidad de la mencionada empresa que era colocada allí periódicamente.
El fin primordial de estas estructuras era que sirviera de valla de publicidad a los productos publicitados allí y que además, por la colocación del reloj, tuviera un fin utilitario permitiéndole a los transeúntes poder ver la hora en cualquier momento del día, pero…ver la hora era ver la publicidad.
Funcionaron bien durante un buen tiempo como todas las cosas nuevas, pero luego algún tiempo después, a los relojes se le dañaron los mecanismos internos de funcionamiento y dejaron de funcionar. Por supuesto que las condiciones naturales como la lluvia y el inclemente sol hicieron su mejor esfuerzo para ayudar a producir más daños.
Se fueron quedando fuera de servicio uno a uno los relojes, dejo de aplicárseles el mantenimiento necesario y luego fueron quedando en el olvido y sin cumplir ninguna función ni practica, ni ornamental. Poco a poco, uno a uno los fueron quitando de la vía en la medida que se construían nuevas aceras y asfaltando la arteria vial.
Nelson Marcano Urribarri
viernes, 6 de enero de 2012
La Cueva del Humo
Iba para Ciudad Ojeda desde Cabimas, y vi un hotel con este nombre. Pense que seria alguna ocurrencia de un cabimero, pero hice una pequeña investigación.
En 1926 comienza la explotación petrolera en Lagunillas, lo que atrajo a personas de diferentes partes del país. Cosa que ya había sucedido en Cabimas.
En esos momentos existían los campos petroleros de los gringos, con todas sus comodidades. Los inmigrantes venezolanos tenían que recurrir a refugios que les albergaran cuando regresaban de las jornadas de trabajo.
Existió en Lagunillas un refugio que albergaba a 300 hombres en una enramada grande y allí colgaban sus chinchorros. Ese refugio se llamó "La Cueva del Humo", imagino 300 hombres fumando.
Mas adelante el refugio desapareció y se creo allí Campo Rojo.
En Cabimas, estos refugios se encontraban en El Cardonal y La Montañita.
No es propiamente de Cabimas, pero me aclaró una duda.
Rafael Rangel
martes, 3 de enero de 2012
"Ratón Cojuo"
Juan Colina, vivía en esa época en Punta Icotea, y en su casa tenían un perro muy bravo. Un día, "Ratón Cojuo" paso frente a su casa, y el perro se salio y le mordió una pierna. Una fea mordedura.
Su papa, correctamente se ofreció a llevarle a una clínica y pagar sus gastos médicos. Pero como le suspendieron por reposo, le dijo que le pagaría su sueldo mientras se recuperaba. Pasaron meses y el "Ratón" se negaba a trabajar, solo cobrar en su casa. Entonces recurrieron a los oficios del abuelo de "Neguito" Borjas para resolver la situación. Y lo hizo.
Rafael Rangel
jueves, 29 de diciembre de 2011
El Pito de la Creole
La Creole Petroleum Corporation La Salina, tenía en su área industrial una sirena, que durante varias décadas fue referencia tanto para los trabajadores como para los pobladores que se encontraban en los alrededores de la empresa petrolera. El silbido lo producía una caldera a vapor, el sonido se escuchaba religiosamente todos los días a las 7:00 y 11:30 de la mañana, a las 12:00 del mediodía; a la 1:00, a las 3:00 y 4:00 de la tarde.
Los alumnos y alumnas de las escuelas lo tenían como reloj de entrada en el turno de la mañana y en el turno de la tarde. Recuerda Luis Betancourt de 68 años, que apresuraba el paso para llegar a la escuela porque había disciplina en la institución escolar donde estudió, María de Rodríguez que vivió en la Urbanización Urdaneta, sabía que su esposo venia a almorzar cuando escuchaba el de las 12:00 del mediodía, narro con lagrimas en los ojos de la emoción que sintió al recordar esos momentos inolvidables.
Antonio Yajure trabajador jubilado de Talleres Centrales dijo que estaba ubicado en el muelle seis y que junto con otros trabajadores electricistas le hacían mantenimiento y reparación y dejó de sonar en 1984. La empresa hizo costumbre despedir el año viejo con el sonido del barco petrolero encallado para el momento en el Terminal Lacustre de La Salina a las 12:00 de la noche, era la hora del cañonazo, el silbido anunciaba el nuevo año.
Para finalizar, el pito dejo de escucharse, el silencio produce nostalgia, recuerdos, son vivencias y aunque no se escuche permanece en la memoria el pito de la Creole. Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 2012.
Sotero Pino Roque
Articulista
Puedes escuchar este sonido en el siguiente reproductor:
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Los Parquímetros en Cabimas
Por allá por 1960 se instalaron en Cabimas, en las calles más concurridas una serie de aparatos mecánicos llamados “parquímetros” con la finalidad de recolectar dinero de los usuarios a cambio de permitirle estacionar por un tiempo determinado en un lugar específico de la vía pública.
Fue un artificio que utilizo El Concejo Municipal del Distrito Bolívar Presidido en ese momento por el Br. German Ríos Linares (1959-1965), como una herramienta para hacer valer unas nuevas normas de estacionamiento en las vías que tenían mas locales comerciales y a la vez obtener dinero por ello. Era una forma de impedir que los sitios permitidos para estacionar, que era la orilla de la carretera y que era la vía comercial por excelencia, fuesen ocupados por los trabajadores y dueños de locales comerciales que tenían por costumbre estacionar su vehiculo todo el día quitándole la opción a clientes potenciales y a otros usuarios.
De esta manera se pretendía lograr un equilibrio y permitir que mas usuarios utilizaran el mismo espacio. Existiría de esa forma una rotación de vehículos con respecto a ese espacio.
La idea era que “rentabas” el espacio por un tiempo determinado, el tiempo que estimabas tardar en lo que ibas a realizar, introducías una moneda del sistema de monedas en uso para la época, le dabas a la perilla hacia la derecha para accionar el sistema de relojería mecánico y allí empezaba el descuento del tiempo que estaba predeterminado por el Concejo Municipal. Cuando retornabas al vehiculo, si estabas dentro del tiempo permitido te retirabas sin ningún inconveniente, pero si habías tardado mas que el tiempo “reservado” por el parquímetro tenias que introducir otra moneda para compensar el tiempo que no fue “medido” y que de alguna manera le estabas debiendo al municipio.
Al poco tiempo de finalizada la instalación de los parquímetros empezaron también las dificultades con los aparatos. El vandalismo por un lado, dañándolos, introduciéndole monedas falsas, rompiéndoles el visor que era plástico, etc. Y por el otro lado la viveza criolla que no vio con buenos ojos esta instalación y muchas veces se estacionaba pero no introducían ninguna moneda en el parquímetro.
Por otro lado, como estos aparatos eran importados de los Estados Unidos, no se contaba en la ciudad con personal ni repuestos para las respectivas reparaciones que se presentaban día a día.
Lo costos de instalación fueron altos pues se debía contar con personal para “sembrar” un poste en la acera como de 1,20 mts. de alto y en su parte superior colocar el parquímetro propiamente. Y también tener personal de recolección y de vigilancia para hacer cumplir las normas.
Para mediados del año 1960 ya la municipalidad se había olvidado de los parquímetros por que el uso práctico resulto muy frustrante y no se lograron los resaltados esperados en la planificación de la instalación.
Ya para Enero de 1961 toda esta cantidad de equipos estaban fuera de servicio pues con el tiempo uno a uno fueron quedando inservibles y lo primero que desapareció fueron los parquímetros, quedando solamente los tubos enterrados que luego se convirtieron en un obstáculo para la libre circulación de las personas por las aceras pues los vándalos los doblaron, obstaculizando así el libre transito y de verdad que era una verdadera odisea caminar por las aceras sin llevarse por delante uno de estos tubos.
Nelson Marcano Urribarri
Br. German Rios Linares

viernes, 16 de diciembre de 2011
Obispos de Cabimas
Monseñor Constantino Maradei Donato
Primer Obispo de Cabimas, Estado Zulia
Al finalizar sus estudios en Chile regresa a Venezuela y reciba la Ordenación Sacerdotal de manos del Excmo. Mons. Rafael Arias Blanco.
Después de haber sido vicario y párroco en varias parroquias de la ciudad de San Cristóbal fue nombrado Capellán del “Liceo Militar Jáuregui” de la Grita.
Posteriormente, el Arzobispo-Obispo de Los Teques, el Excmo. Mons. Ovidio Pérez Morales, debe dejar la sede episcopal por motivos de salud, cediendo el báculo de la Diócesis tequense al Excmo. Mons. Freeddy Fuenmayor. El nombramiento apóstólico, por parte de S.S. Juan Pablo II, fue emitido el día 30 de diciembre de 2004, aunque la Cremonia Solemne de inicio de su labor como Pastor en dicha localidad se realizó a principios del año 2005.
jueves, 1 de diciembre de 2011
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Orquestas de Cabimas de 1960
sábado, 26 de noviembre de 2011
El 20 aniversario de la Sinfónica de Cabimas
Esta ciudad cabimense desde sus inicios, no ha podido contar como otras regiones del país, con un sitio que nos traslade a conocer o disfrutar de las grandes manifestaciones culturales, como conciertos, operas, zarzuelas, teatro, danzas, etc. que nos lleven a situarnos dentro del ámbito de los grandes eventos.
La orquesta formada como una fundación, celebró el pasado 12 de noviembre, su Vigèsimo Aniversario al ser establecida en el año de 1991, por iniciativa de un grupo de instituciones públicas y privadas, preocupados por la carencia de una escuela o institución musical de la COL, que permitiera a los niños, niñas y jóvenes, canalizar y desarrollar sus actividades musicales.
Esas instituciones públicas y privadas que integraron la fundación fueron: PDVSA, UNERMB, Fundación del Estado para los Núcleos de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles de Venezuela, Rotary Club, Cámara de Comerciantes de Cabimas, LUZ y Diócesis de Cabimas.
A finales del año 1991, las actividades de la Orquesta comenzaron con las cátedras de Historias de la Música, Teoría y Solfeo y en Julio de 1993, La Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil de Cabimas, realiza su primer concierto con 37 ejecutantes, dirigidos por su primer director, el profesor Edgar Pulgar.
La llegada y la adscripción de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil de Cabimas a la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela a cargo del maestro José Antonio Abreu, se concreta el mes de mayo del 2002 y su primer director lo ocupa el maestro Hendrick González.
Muchas han sido las dificultades confrontadas por la Orquesta Sinfónica para cumplir con sus compromisos y obligaciones, sin embargo muchos son los conciertos presentados en sus largos 20 años, cuando comenzó bajo la presencia de la profesora Alba Quintero y ahora bajo la presidencia de la fundación del Dr. Roberto de Rubeis y la Coordinación de la profesora María Petit, que ha rendido una fructífera y activa labor, a pesar de los muchos problemas confrontados, sobre todo por la disminución de sus integrantes, dedicados a sus estudios universitarios.
La Orquesta Sinfónica desde su nacimiento ha mantenido su sede en el antiguo Hospital de Cabimas, hoy Dirección Municipal de Cultura, donde siempre está atenta a la preservación de la Orquesta su secretaria Margarita Velásquez.
Hoy celebramos la presencia de nuestra Orquesta Sinfónica, que ha venido a llenar un gran vacío a esta región de la COL, pero las dificultades que atraviesa, requiere del apoyo de nuestras instituciones y organismos públicos para que sigan brindando esos hermosos conciertos de que hacen gala.
Por eso, en su Vigésimo Aniversario, esperamos su celebración con un concierto que nos llene de satisfacción y alegría y ojalá muy pronto, tengamos la ocasión de que cuenten con una sede propia que impulse con mayor fuerza sus actividades.
sábado, 19 de noviembre de 2011
La Nueva Plaza Bolívar de Cabimas
Una espera que se prolongó por más de cuatro años, producto de las diferencias y ambiciones políticas, pero que al fin concluyó con la inauguración el pasado sábado de la Plaza Bolívar de Cabimas, plaza que no llenó las expectativas que habían sido anunciadas por sus promotores.
La obra que había sido iniciada por el ex - gobernador del Zulia, Manuel Rosales había sido paralizada y después demolida a pesar de la alta inversión para su construcción. Era un proyecto muy atractivo y de mucho contenido histórico, que iba a ser la mejor Plaza Bolívar construida en el país, obra que nos merecíamos los Cabimenses, con un monumento ecuestre al Libertador que deslumbraba por su belleza y en su base con las tropas y el pueblo que lo acompañaba en su campaña, además de varias fuentes luminosas a su alrededor, caminerías, faroles y asientos ornamentales y árboles a lo largo de la plaza.
Igualmente incluía en las adyacencias del parque costanero, un cetro cultural, galería, sala de lectura, sala audiovisual, sala de computación y usos múltiples y sala de juegos didácticos y finalmente canchas deportivas.
Esta nueva plaza inaugurada, de la cual se desconocen sus características, contiene la misma estatua pedestre del libertador en un pequeño pedestal, caminerías, palmeras para la sombra, faroles y sillas de metal, faros y una pequeña construcción donde está el Libertador, sin las características de la plaza monumental proyectada inicialmente, que le hubiera dado una condición turística a la ciudad.
La nueva plaza construida no ha merecido comentarios favorables de los pobladores de la ciudad, que esperaban ansiosamente la inauguración de dicha obra para disfrutarla pero que pareciera no llenar sus aspiraciones.
La construcción y modificación de la Plaza Bolívar de Cabimas desde su creación en 1937 a estado signada por los desaciertos, esta es la quinta vez que se modifica sin llevarla a un estado de modernización y embellecimiento, de manera que sirviera de atracción para los propios y extraños.
Siempre han sido construidas o modificadas en plazas pequeñas y la única de mayor dimensión, fue la construida por el presidente Carlos Andres Perez, con unas edificaciones a su alrededor, para lo cual se expropiaron unos inmuebles comerciales en sus alrededores.
En esas plazas bolívar de estilo pueblerino y algunas con un sitio central con vista a la calle donde actuaba la banda que amenizaba las retretas dominicales y a veces utilizadas para realizar actos políticos. La historia de esa plaza comenzó con la erigida a Juancho Gómez, hermano del general Juan Vicente Gómez, que fue destruida por las masas enardecidas cuando murió ese presidente. Posteriormente la primera plaza fue decretada por el presidente Eleazar López contreras en 1937, colocando en el centro de la misma un busto del libertador.
De todas maneras, llenara o no las expectativas de los cabimenses, ya esta ciudad cuenta con su Plaza Bolívar para la realización de sus actos patrios, luego de 4 años sin que existiera ese monumento que nos une históricamente.
Lcdo. Pedro Ramón Estrada
Cronista de Cabimas
El Regional del Zulia 19/11/2011
De la Cabimas de hoy
De mucho leer de todo he encontrado por allí en un buen diario que circula en mi Cabimas algunos escritos del señor Pedro Ramón Estrada. Fascinado quedé al leer la pasión con la que evoca al recuerdo y describe nuestra hermosa ciudad de antaño. Fijad pues que yo lo leo pero, por los veintiocho regalos de niño Jesús que he atesorado, no logro atinar en sus recuerdos, no conocí esas épocas, y si de disponerme a escribir acerca de Cabimas tal como me pidió una de esas dulcineas de ojos castaños, lo haré evocando el presente pues es el que conozco.
No seré cronista del pasado, seré entonces cronista del futuro y lo digo mientras la historia se escribe por nosotros: la gente de hoy.
Comienzo pues haciendo una crónica de los lugares emblemáticos de la Cabimas de hoy y me viene a la mente aquel bar con el nombre de la ciudad de Cien Años de Soledad, Macondo, el bar de Pombo; el depósito de licores de la Avenida 32 que burla toda disposición legal y abre todos los días a toda hora: la “Farmacia” le llaman mis amigos; la redoma del Nuevo Juan con sus eternos trabajadores petroleros, esos mismos que representan al trabajador zuliano que los visten de blanco o rojo según el gobernante de turno; el liceo Chávez: tan de ayer, tan de hoy, tan del mañana, la misteriosa logia de la calle de las sastrerías detrás de la Catedral: esa logia a la cual algún día quisiera ser invitado; el auto-lavado de Eduardo en la calle unión de Ambrosio donde más son las fiestas que en él se hacen que los carros que lavan; una Plaza Bolívar que existió y hoy solo queda la esperanza de que vuelva; las arepitas de Mimo donde se fríe hasta el vuelto; y el San Benito de Ambrosio que tanto me gusta y espero en la esquina del Arabito.
De lado no puedo dejar lo más importante de Cabimas: la gente de hoy. Y cito con mucho respeto y especial jocosidad a nuestros indigentes, tan ellos, tan originales: Mayito y su frasco de Cocuy que le acompaña por su circundar de a pie por la ciudad; Beto: eterno en el semáforo de la Riderina, con su afro ya pintando canas; otro cuyo nombre no sé pero que en cada esquina que se encuentra bendice los carros y con una señal de la cruz sobre el capó termina su oración para luego pedir dinero; también los eternos zapateros de la Catedral; y hasta un personaje que nunca puede faltar en el bar que está detrás del CDI de Las Cuarenta, siempre hablando de gaitas, siempre hablando bien de Chávez pero con una gorra de los Yankees de New York, ¡qué tipo!
Son éstos los lugares y personajes memorables de la Cabimas de hoy, esos del día a día, que hoy se hacen dignos de ser citados y que mañana serán temas de las crónicas históricas de nuestra urbe.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Isabel Maldonado (Hermana Isabel)
sábado, 15 de octubre de 2011
La medicina en el pasado.
El conocimiento de cómo se practicaba la medicina en Cabimas en el pasado, es tal vez un tema desconocido tanto por los nuevos profesionales, como las generaciones nuevas y las de esos años.
Ese tema me tocó exponer al personal del Hospital El Rosario, con motivo XXII Aniversario de la creación de ese centro asistencial y hospitalario de esta ciudad, y atender así a una invitación que recibí por el amigo de esa clínica, Dr. Alvin Ferrer, a quien agradezco su confianza y el apoyo que me brindaron.
Confieso que para mí era un compromiso muy difícil de cumplir, por que soy un profesional del periodismo, pero me atreví y lo hice en forma de reseña histórica, porque viví, conocí e investigué como se ejercía la medicina en esos años.
Comienzo por señalar que en la década de los años 20 al 30, el conocimiento y práctica de la medicina era muy elemental, precaria, atrasada y era ejercida por boticarios y curanderos, con resultados del riesgo que corría la salud y las consecuencias de muerte de los pocos pobladores por las diversas enfermedades que afectaban, principalmente el paludismo y la tuberculosis.
Era la época, en la cual los que se dedicaban atender a los enfermos, suministraban medicamentos para la enfermedades producidas por las lluvias, lombrices etc., utilizando purgantes como Laxol, vomitivos, lavados estomacales, baños de asiento, píldoras del Dr. Ross, cataplasmas, tomas, aceite de Cabimo, parchos porosos y tantas cosas con las cuales podrían curar a los enfermos.
Otros de los problemas que se confrontaban, era la situación de la atención de las embarazadas, que asumían abnegadas mujeres, conocidas como comadrones. Años después, esta responsabilidad fue asignada a las enfermeras y posteriormente a los médicos
.
Dr. Dario Suarez Ocando y Marcelo Charielli
El inicio de la medicina, comenzó con la presencia de profesionales como el Dr. Régulo Reyes Nery, quién atendía pacientes en sus viviendas de Ambrosio, Punta Icotea y el centro. Años más tarde llegaron nuevos médicos como el Dr. José Luis Cisneros, Filinto Urdaneta, que tenía su consultorio en la parte de atrás de la Jefatura Civil.
En los años siguientes establecieron sus consultorios los doctores Alfonso Reinoso, Arnaldo Morales Lara, Plinio Alterio, Petronio García Delepiani, Pérez Riera, Carlos Arapé, quién construyó la primera clínica privada en el centro de Cabimas. Igualmente, crearon sus consultorios los doctores Jaime Pérez, Fidel Rosales Altuve, Darío Suárez, Elio Reyes, Marcos Echeverría, Marcelo Chiareli, Juan Bruzual Acuña y el Dr. Filopowick y los dentistas José Bousquett y José Balza.
Ya para los años de 1920, luego del reventón El Barrosos, las petroleras, empiezan a ofrecer sus servicios médicos al personal, en edificaciones de madera, bajo la dirección de los doctores Alfonso Bortone, Lago; José R. Ortiz, VOC y M. A. Basalo, Gulf. Esa asistencia médica se extendió en ocasiones a la población, como una contribución con las comunidades.
Durante el año 1938 comenzó a funcionar en Cabimas en la vieja oficina de la VOC, donde está la Unermb, el Hospital Adolfo D’Empaire, donado por esa empresa, con apenas 17 camas bajo la dirección del Dr. Alfonso Reinoso con muchos tropiezos y penurias.
Lcdo. Pedro Ramón Estrada
Cronista de Cabimas